El Ministerio de Fomento puso ayer el contador a cero en la ejecución de dos proyectos fundamentales para el corredor mediterráneo: el eje pasante de València y la conexión en ancho europeo y alta velocidad a Castelló.

A pesar de que ambos proyectos llevan años aprobados y estaban a punto de caramelo para poder ejecutar las obras, el departamento que dirige Íñigo de la Serna publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la licitación de los nuevos estudios informativos de la línea de alta velocidad València-Castelló (655.154.50 euros de presupuesto de licitación) y del «nuevo eje pasante norte-sur de la red arterial ferroviaria de València» (un total de 551.481.70 euros).

Ambos tienen un plazo de ejecución de dos años que suponen comenzar de cero la planificación ya aprobada en 2002, en el caso del tramo València-Castelló (y aprobado en en el histórico Pacto de Murcia de 2001). Este tramo de alta velocidad llegó a tener varios tramos de obra adjudicados entre 2010 y 2011 que tuvieron que anularse en los últimos compases del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero debido a los recortes y la política de austeridad impuesta por la Unión Europea para afrontar la crisis.

Respecto al eje pasante ya se publicó un primer estudio informativo en 2003 (que diseñaba un túnel solo para la alta velocidad por Ciutat Vella), que se modificó en septiembre de 2006 para trasladarlo al subsuelo de la Gran Vía Marqués del Túria y evitar la afección al centro histórico.

A pesar de este paso atrás, el Ministerio de Fomento vendió ayer estas nuevas licitaciones como el desglose de la inversión de 2.000 millones de euros para el corredor mediterráneo anunciadas el pasado sábado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La realidad es que licitar de nuevo ambos estudios informativos, con un plazo de ejecución de dos años, supone retrasar hasta la próxima década -como mínimo- el inicio de cualquier obra, a pesar de que ambas infraestructuras cuentan con una planificación real, tramitada y aprobada desde hace una década.

Treinta y dos años de gestación

Más sangrante es el caso del eje pasante, el nudo gordiano de la red arterial ferroviaria de València y parte fundamental del Parque Central que se gesta desde la presentación en 1985 del avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado definitivamente en 1988. El Parque Central ha sufrido en estos treinta y dos años de gestación cinco convenios y continuas planificaciones que ahora el último ministro de Fomento parece que quiere perpetuar.

De hecho, fuentes del sector alertaban del retraso sine die que supone la decisión de Fomento de licitar dos nuevos estudios informativos. «La actualización de ambos proyectos podría hacerse en un plazo razonable de un año si se aprovecharan los estudios y proyectos realizados hasta ahora», explicaban a Levante-EMV.

«Retrasar dos años más la redacción de los dos nuevos estudios informativos supone demorar ocho o diez años más, como mínimo, para tener dispuesto el proyecto constructivo apto para su licitación e inicio de las obras», por lo que consideran los anuncios realizados ayer por el Ministerio de Fomento más un «brindis al sol» que una confirmación concreta de la llegada de inversiones a València.