El Sindicato Ferroviario-Intersindical Valenciana (SF-IV) anunció ayer que ha presentado una convocatoria de huelga general en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en contra de la privatización de la empresa y de la aprobación de la ley de seguridad ferroviaria sin consenso con los trabajadores.

El SF-IV se suma así a los paros promovidos desde el 11 de septiembre por otros cuatro sindicatos con representación en la empresa: el Sindicato Independiente Ferroviario (SIF), UGT, CC OO y el Sindicato de Circulación Ferroviario (SCF). La convocatoria de huelga realizada por el SF-IV coincide, de hecho, con las fechas previstas por el resto de sindicatos «porque no buscamos perjudicar más al usuario, pero sin renunciar a nuestro derecho a la negociación».

Tres son los motivos que alega el SF-IV para la convocatoria de «huelga general». «La ley de seguridad [que van a empezar a debatir en las Corts] que afecta a más del 70% de la plantilla (en temas como la duración de las jornadas, los descansos, las faltas y sanciones, los reconocimientos médicos) y en la que se ha excluido a los sindicatos». Desde el SF-IV también se denuncia que «esta ley oculta una liberalización del sector ferroviario, lo que es claramente una privatización de FGV».

Los representantes del SF-IV también alegan «la falta de transparencia en los salarios de técnicos y jefatura. Se ha solicitado un desglose de la masa salarial, sin datos personales, sólo por categorías y niveles, pero siempre se nos ha denegado».

Por último, desde el SF-IV explican que «el actual convenio incluía un acuerdo de internalización de trabajos. Se creó una mesa de negociación pero la empresa la suspendió con la excusa de que no podía contratar personal», por las restricciones presupuestarias impuestas por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, critican desde el Sindicato Ferroviario, «la dirección de FGV está licitando muchos de los trabajos de los servicios de FGV, lo que va en contra del XII convenio colectivo, del futuro de los trabajadores de FGV y en contra de las promesas del gobierno valenciano que decía apostar por lo público».