El mayor impacto para la Comunitat Valenciana por el traslado de la sede social del Banco de Sabadell a Alicante será fiscal, es decir, a través de los tributos que la entidad financiera dejará de pagar en Cataluña. No se trata de grandes cantidades, aunque fuentes del banco consultadas por este diario no pudieron precisar ayer su alcance concreto.

Hay que tener en cuenta que el Impuesto de Sociedades, que es el que aporta una cantidad más elevada de recursos, es de ámbito estatal. Sin embargo, sí hay otras tasas que la entidad tendrá que abonar en la autonomía, como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que debe redundar en Alicante, o el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que abonará a la Generalitat y que deriva de la realización de cualquier tipo de actividad contractual y mercantil.

Fuentes conocedoras del sistema de financiación autonómico explicaron a este diario una derivada fiscal que también reportará beneficios a la Comunitat Valenciana. Y es que el Estado tiene cedido, entre otros tributos, el 50 % del IVA a la Generalitat. Por tanto, la actividad vinculada a esta tasa que produzca el Sabadell una vez ubicada su sede social en Alicante generará más ingresos por IVA en la autonomía y, en consecuencia, eso será positivo a efectos de cálculo en el modelo de financiación.

Acto simbólico

El profesor de Análisis Económico de la Universitat de València, Joaquín Maudos, fue ayer categórico al afirmar que el traslado de sede tiene fundamentalmente un efecto «simbólico», prácticamente una «cuestión de imagen», en especial si tenemos en cuenta que la decisión de optar por Alicante, en detrimento de otras ciudades, como Madrid y Oviedo, que se barajaron en las últimas horas como posibles, obedece al hecho de que el Sabadell se adjudicó a finales de 2011 la CAM.

Así las cosas, la ciudad alicantina, que llegó a albergar la sede de una de las principales entidades financieras del país hasta su extinción en el citado año, vuelve a albergar a un banco. Ahora bien, como sucede con València y Bankia, la sala de máquinas real de una entidad financiera se encuentra en su sede operativa. La de Bankia está en Madrid y la del Sabadell seguirá en Barcelona.

El traslado de la sede operativa sí comportaría enormes beneficios, dado que, entre otras cuestiones, acapara un número elevado de personal, en su mayoría ejecutivos de alto nivel, dado que es allí donde se cuece toda la estrategia de la entidad financiera. Se trata de centenares de altos ejecutivos con sueldos elevados y, en consecuencia, con gran capacidad de gasto. A esto hay que añadir el negocio indirecto que implica tener la sede operativa de un gran banco.

Sede en el edificio de Oscar Esplá

No obstante, en este caso tal opción no se va a producir. Como afirmó la entidad en un comunicado, «el traslado del domicilio social no comporta movimiento de empleados, por cuanto la entidad cuenta con sedes corporativas y operativas en diversas ciudades de España y del Reino Unido».

La decisión adoptada ayer por el consejo de administración del Sabadell, comunicada en la misma tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, va a tener efectos casi inmediatos. El banco catalán informó ayer de que el edificio de la avenida Oscar Esplá de Alicante que durante años albergó la sede de la CAM pasará ahora a convertirse en la sede social del Sabadell.

Una de las consecuencias de esta decisión más visibles es que, a partir de ahora, como confirmó el banco, las juntas anuales de accionistas se celebrarán en la ciudad alicantina, tal como hace Bankia con València.