La Generalitat ha eliminado el requisito de empadronamiento mínimo de un año para acceder a las Viviendas de Protección Oficial (VPO) en los casos de mujeres víctimas de violencia machista. Según la directora general de Vivienda, Rebeca Torró, desde la Conselleria de Vivienda entienden que este requisito "puede suponer un impedimento en estos casos a la hora de acceder a una vivienda porque en muchas ocasiones las víctimas se ven obligadas a abandonar sus municipios por razones de seguridad".

En este sentido, Torró ha recordado que el derecho a una vivienda a las mujeres víctimas de violencia se encuentra reconocido en la baremación para la concesión de vivienda pública. El reglamento de Protección Pública a la Vivienda establece que para acceder a una de estas viviendas el solicitante debe estar empadronado en el municipio al menos durante el año anterior o debe acreditar un puesto de trabajo. "Pero lamentablemente en muchas ocasiones, las víctimas de violencia de género y sus hijos han de abandonar sus municipios por razones de seguridad, bien por una situación de riesgo extremo, bien por las situaciones sociofamiliares y emocionales que genera la violencia de género, y trasladarse a otra localidad", por lo que era "necesario y urgente" eliminar el requisito.

Por otra parte, la Diputación de Valencia y la Fundación ANAR (Ayuda a niños y adolescentes en riesgo) han lanzado una campaña de prevención, detección y tratamiento de violencia de género en adolescentes a través de carteles, folletos y cuñas en los medios, pues un 60 % de adolescentes que la sufren no son conscientes de ello. Bajo el título 'Puedes ser tú' facilitará información a los consistorios, colegios e institutos, centros juveniles o de la mujer.

Se duplican las llamadas

La intención no es solo prevenir y proporcionar datos, sino también dar soluciones. Según la directora de Anar en la C. Valenciana, Teresa Martínez, el año pasado el 6,3 % del total de llamadas recibidas por la fundación fueron de adolescentes que sufrían violencia de género, una tendencia que se ha duplicado en dos años. Según Martínez, durante el pasado ejercicio la fundación atendió a un total de 221 menores por violencia de género. De ellos, 165 la vivieron en el ámbito familiar como hijos o hijas de madres víctimas, y 56 eran niñas o adolescentes que la sufrieron por parte de su pareja o expareja.