La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, abogó en la jornada celebrada ayer «Agua conferencia abierta» por ampliar el número de desalinizadoras en todo el país.

La exministra de Medio Ambiente señaló que, «lamentablemente», no se han completado en los últimos años todas la inversiones del Programa Agua, «en gran medida por la criminalización que se ha hecho de la desalinización en pro de los trasvases».

Asimismo, reiteró que «hay que intentar que las soluciones al déficit hídrico sean viables, sobre todo ante un periodo no solo de sequía como el actual sino también de cambio climático, donde las cabeceras de los ríos se están reduciendo de forma espectacular».

A pesar de ello, en la Comunitat Valenciana existen siete plantas desalinizadoras de las cuales no todas se encuentran en funcionamiento, como contó Levante-EMV el pasado mes de octubre.

Cuatro de ellas, que costaron un total de 200 millones de euros, están paradas en plena crisis de sequía: la desalinizadora de Mutxamel, la planta de Sagunt, la de Oropesa y la de Moncofa.

Por su parte, una de las otras tres plantas desalinizadoras está en funcionamiento, aunque no al máximo de sus capacidad.

Así, la planta de Torrevieja, la más grande de Europa con una capacidad de 80 hm3/año y que está proyectada para ampliar su capacidad hasta los 120 hm3/año, debería repartir sus aguas al 50 % entre regadíos y consumo humano. Sin embargo, su uso está restringido para abastecimiento único a la ciudadanía, al igual que ocurre en las plantas de la Mancomunidad de Canales del Taibilla de Alicante.

De esta forma, Narbona asegura que es necesario ampliar las plantas desalinizadoras existentes, conectarlas y subvencionar el agua a sus regantes.