Y a la tercera fue la vencida. La Diputación de València, gobernada por el cuatripartito de izquierdas formado por PSPV, Compromís, EUPV y València en Comú, eliminará finalmente de sus presupuestos los convenios singulares, aquellos otorgados a "dedo".

Era una las prioridades del equipo de gobierno, aunque no ha sido hasta el tercer proyecto presupuestario y después de que Compromís insistiera durante la negociación en aplicar este punto cuando al final se ha cumplido.

El proyecto para el ejercicio que viene, el último que se ejecutará al completo antes de las próximas elecciones autonómicas, contará con un total de 473 millones de euros, 38 más que el año pasado, una cifra que varía en función de las aportaciones del Estado.

En líneas generales se mantiene la estructura de las cuentas del año pasado, según explicó ayer el diputado delegado de Hacienda, el socialista Toni Gaspar. "Este año consolidamos y perfeccionamos nuestras iniciativas", apuntó.

Así, se mantienen los 20,6 millones para el Fondo de Cooperación y los SOM (antiguos PPOS) con 35 millones (uno más que el año pasado). Desaparece la mencionada partida de convenios singulares que en anteriores gobiernos del PP llegaron a suponer más de 36 millones de euros y que el año pasado tenía dos millones, aunque no se han llegado a gastar todos, asegura Gaspar.

"Se ha eliminado el besamanos. Ahora todo se adjudica con criterios objetivos", indicó el diputado del ramo. Además, como pedía la coalición, desaparecen también las partidas que áreas como Juventud o Deportes tenían para ayudas exentas de criterios preestablecidos. "Ahora todo se va a hacer con convocatorias públicas, salvo una partida que queda en Medio Ambiente para hacer frente a emergencias geológicas", detalló Gaspar.

Lo que sí que continuará para el próximo ejercicio serán dos millones de euros de los que presidencia y vicepresidencia disponen para ayudas concretas que no tienen cabida en otras áreas. Entrarían, por ejemplo, subvenciones para llibrets de Fallas o Semana Santa, o todas aquellas solicitudes de los consistorios sobrevenidas de algún modo y que no se adaptan a ninguna de las subvenciones de las diferentes áreas.

Una "carta de subvenciones"

Otra de las novedades que recogen las futuras cuentas, que se aprobarán en el pleno del día 19, tiene que ver con los plazos. La ejecución de los presupuestos roza el 60 %. La corporación no termina de estar satisfecha con esta cifra, aunque la previsión es similar a años anteriores, pero en un intento de agilizar los plazos se va a publicar una "carta de subvenciones" a la que los ayuntamientos tendrán acceso a partir del próximo mes de enero.

La idea es que los consistorios soliciten todas las ayudas y transferencias dentro de los primeros cuatro meses del año, para que así pueda llegar el dinero con más rapidez.