Aunque la caída se ha frenado, continúa en pérdidas. La Ciudad de las Artes y las Ciencias todavía no sale rentable, casi diez años después de su finalización «provisional» (faltaba el Ágora, que se está rematando aún a día de hoy). Según las cuentas de ganancias y pérdidas recogidas en el recientemente publicado informe de la Sindicatura de Comptes, Cacsa perdió 14,1 millones de euros, 32,8 menos que al cierre del ejercicio contabilizado anterior, el de 2015.
Este año el síndic no ha centrado su auditoría en el complejo diseñado por Santiago Calatrava, a diferencia del año pasado, cuando el informe recogió con detalle los desperfectos del Ágora, que supusieron una depreciación de 13 millones de euros. Entre otros aspectos, al emblemático edificio con forma de clòtxina situado junto al puente del «jamonero» le faltaba el remate, y las discrepancias entre el director de obra y el constructor paralizaron el proceso de rehabilitación del «trencadís». Este año el análisis se limita a la recogida de datos relativos al balance y las cuentas de pérdidas.
En cuanto a los ingresos, la cifra aumenta hasta los 17 millones, esto son 5,9 menos que el ejercicio anterior. Y eso a pesar de que según la Cuenta General de la Generalitat aumentó un 19 % la caja derivada de la venta de entradas.
Es en la gestión ordinaria donde se produce el agujero, que se une a la caída de ingresos. En concreto hay pérdidas de más de 33 millones, 18 de los cuales van a amortización del inmovilizado. Los gastos de personal suponen 5,8 millones, mientras que «otros gastos de la actividad» llegan a 9,3. Se calculan también más de 9,4 millones de gastos financieros derivados del pago de deuda.
En las cuentas se observa también que hay un riesgo total de 261,8 millones. De esa deuda, 76,3 millones provienen de préstamos y otros 85 de avales, siendo la avalista principal la Generalitat.
