Esquizofrénico de 56 años. Enfermo de cáncer de hígado. Tutelado por el Estado, leáse Generalitat Valenciana, desde hace doce años. Muere el pasado día 18 en la residencia de Estivella donde estaba ingresado. La muerte sólo se certifica en la madrugada del 19 de enero. Pero se certifica.

Y el cuerpo sigue allí, en la morgue, seis días después. La familia se desespera. Su hermana cuenta cómo Servisa, la funeraria concertada con la administración autonómica para hacerse cargo de este tipo de casos, no tenía coches

disponibles.

El técnico de la Dirección Territorial de Servicios Sociales y responsable de tutelas apunta que hay una póliza de decesos firmada con una aseguradora. Se veía venir y nada como una gran empresa para ocuparse del sepelio. Pero la compañía le explica a ella, la hermana del difunto, que no pueden hacerse cargo porque «el fallecido estaba enfermo cuando se hizo la póliza».

«Y aquí empieza el calvario», relata la hermana. «El viernes se hacen las dos de la tarde y en toda la mañana nadie ha aparecido por el hospital, ni se ha puesto en contacto con nosotros».

El técnico de Servicios Sociales confiesa que se le había pasado la mañana, que faltaba algún papel para terminar el expediente y encargar a Servisa el servicio. Pero la familia se desespera .

«La residencia, que ya no sabía qué hacer, nos mandó a la funeraria con los que trabaja diariamente para que nos ayudara», sigue el relato de la hermana del difunto. «Servisa, la funeraria que tiene contratada la Generalitat, dice que tienen mucho trabajo y no se pueden hacer cargo del servicio».

Una fuente de la Conselleria de Igualdad y Servicios Sociales expresa su sorpresa ante la respuesta porque, según la versión oficial, «Servisa suele ser muy ágil».

Dadas las circuntancias, la funeraria Luxor, la que trabaja habitualmente para la residencia de Estivella, «intenta ponerse en contacto con tutelas, pero estos ya no cogen el teléfono».

La versión oficial apunta a un cúmulo de desgraciadas circunstancias. Para colmo, el lunes fue fiesta en València. Servicios Sociales espera que el cuerpo sea enterrado hoy.

La hermana del difunto relata cómo acabó llamando al Juzgado de Guardia para intentar que alguien asumiera la responsabilidad sobre el sepelio. En el juzgado descolgaron el teléfono, pero nadie supo darle razón. «Yo pensaba que uno cuando era tutor, lo era las 24 horas del día, los 365 días del año, no solamente de lunes a viernes de nueve a dos de la tarde», dice ella.

Y explica que «el lunes la residencia vuelve a llamar a Servisa» que complica más las cosas: «Nos dicen que ellos no sabían nada, que nadie se había puesto en contacto con ellos hasta ese día; que la Generalitat aprobaría ordenar el sepelio según el dinero que mi hermano tuviera en su cuenta corriente». Finalmente, «se ocupan y llevan el cuerpo del hospital a sus cámaras».

Y llega el martes. «Llamo a tutelas a las nueve de la mañana, antes no hay atención al público. Me piden disculpas y me dicen que ellos ya hablaron con Servisa el viernes y que como había una poliza de decesos, Servisa pretendía que se hiciera cargo la compañía, que si no hubiera habido una poliza, el viernes se habria resuelto todo». La misma fuente de la Conselleria de Igualdad y Servicios Sociales confirma todos los extremos del relato de la hermana del fallecido y subraya que el técnico al tanto dell caso solicitó disculpas a la familia.

«Son las dos de la tarde», de ayer , « y están recogiendo el DNI de mi hermano en la residencia. Me parece que hoy tampoco lo entierran. A ver si hay suerte y mañana despues de seis días desde que ha fallecido, conseguimos enterrarlo». La Conselleria de Igualdad y Servicios Sociales confía en que hoy, efectivamente, concluya el calvario de los hermanos del fallecido.