Todavía no es año electoral, pero lo parece. La Diputación de València va a hacer para los próximos dos ejercicios un esfuerzo digno de cita con las urnas, con una inyección de 72 millones de euros directos para servicios y obras municipales, después de que lo apruebe hoy (se espera que por unanimidad) el pleno de la corporación provincial.

Según explicó ayer la vicepresidenta de la diputación, Maria Josep Amigó, la idea es que los consistorios valencianos puedan emprender obras e inversiones de mayor calado que impliquen más esfuerzo económico por su parte. «Se trata de reforzar la autonomía de los ayuntamientos bajo criterios justos y objetivos», añadió la dirigente de Compromís.

El reparto de los 72 millones que la institución provincial ingresará en las arcas de los municipios de la provincia de València se hará en función de criterios sociales, demográficos, económicos y medioambientales con el objetivo de evitar «cualquier tipo de favoritismo, discrecionalidad o adjudicaciones a dedo», añadió Amigó.

En este sentido, recordaron tanto ella como el diputado de Cooperación Municipal, Emili Altur (Compromís), que la diputación ha eliminado los convenios singulares, las ayudas no regladas que se daban «a dedo».

Altur desgranó el esquema del Pla de Serveis i Obres Municipals (SOM), el de mayor envergadura de la diputación, apuntaron ayer. El programa contemplará para la próxima etapa bienal 66 millones para localidades de menos de 50.000 habitantes, cuatro millones para los de más de esa cifra, y dos millones de euros para mancomunidades.

Las cuantías se repartirán en función del censo, la superficie del término municipal, la tasa de desempleo registrada, los costes efectivos por los servicios que presta cada consistorio a sus conciudadanos, los núcleos históricos o la adhesión al Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía, un punto que para los próximos dos años aumenta un 1 % (hasta el 4 %).

«Sólo la ciudad de València, que destinará el montante económico asignado a las pedanías, ha quedado al margen de estos parámetros», señaló el diputado Altur. Para el «cap i casal» se dedicará un millón este año y otro el que viene, aunque irá a parar íntegramente a sus pedanías.

Adelanto de la convocatoria

«Esta será la primera vez que la convocatoria de un plan tan ambicioso como el SOM está disponible en los primeros meses del año», destacó el diputado delegado de Cooperación Municipal. Una circunstancia que, aseguró, «permitirá que los ayuntamientos dispongan antes del dinero, favorecerá una mayor planificación y consenso dentro de las administraciones locales en la ejecución de las actuaciones, además de poder acometer proyectos de mayor envergadura».

Contar con el dinero durante los primeros meses del año es el principal deseo de los ayuntamientos, que ven cómo el retraso de las convocatorias y los posteriores trámites burocráticos ralentizan la llegada de la financiación que necesitan.

La intención es también crear una «carta de subvenciones» en la que consten todas las líneas y programas que se sacan durante todo el año por parte de la corporación, para que se puedan solicitar durante los primeros tres meses del año.

La diputación tuvo que aplicar en el cierre del año pasado un plan de choque para aligerar la gestión, colapsada por la burocracia, la falta de personal y los medios técnicos para trabajar.