Los programas electorales de todos los partidos políticos coinciden al subrayar la importancia de impulsar la innovación, la ciencia y la tecnología como única fórmula de ganar competitividad y superar la atonía que atenaza la economía valenciana y que se prolonga demasiado tiempo. Las patentes son la primera expresión de la inversión en ciencia y tecnología y la vía hacia un crecimiento económico saludable y robusto. Hasta ahí, todos de acuerdo. Pero cuando se trata de plasmar la teoría en iniciativa política, las cosas no son tan claras. A lo largo de los primeros doce meses de la presente legislatura, un periodo comprendido entre junio de 2015 y junio de 2016, un plazo razonable para convertir los proyectos electorales en iniciativas parlamentarias y definir una posición política nítida, los cinco partidos con representación en las Corts Valencianes, presentaron un total de 16 propuestas relativas a innovación, ciencia y tecnología.
Los datos proceden del Boletín Oficial de Les Corts Valencianes. Los 99 diputados autonómicos formularon durante los primeros doce de la legislatura un total de1.386 iniciativas parlamentarias de todo pelaje. Desde proyectos de ley a proposiciones, mociones, preguntas orales o preguntas por escrito. De todas ellas, 16 referían, de acuerdo a un criterio de asignación amplio, a asuntos relacionados con innovación, ciencia y tecnología. En términos porcentuales, el 1,1% del total.
Si el número de iniciativas constituye un termómetro de la importancia que sus señorías conceden a un área de gobierno, está claro que el impulso de la competitividad no resulta prioritario para los parlamentarios autonómicos.
En el otro extremo de la balanza, Sanidad concentró cerca de la cuarta parte del total de las iniciativas parlamentarias formuladas durante el primer año de legislatura.
La ley de creación de la Agencia Valenciana de Innovación, publicada en febrero de 2017, es sin duda la iniciativa parlamentaria de mayor calado político en materia de ciencia y tecnología que han aprobado Les Corts Valencianes.
El presidente de la Generalitat Ximo Puig nombró a Andrés García Reche, el que fuera conseller de Industria en el último gobierno presidido por el socialista Joan Lerma, como vicepresidente ejecutivo de la agencia en cuestión el pasado agosto.
Sede vacía
La presidencia de la entidad recae sobre el propio presidente de la Generalitat.
La Agencia Valenciana de Innovación dispone de una amplia sede en un edificio señorial en la plaza del Ayuntamiento de València. Y García Reche acude a la oficina en su calidad de máximo responsable ejecutivo de la agencia. Incluso tiene un ayudante, un secretario general que ejerce como su mano derecha y su mano izquierda.
La entidad ha definido una relación de puestos de trabajo que incluye a 21 personas. El concurso para dotar las plazas se convocó en diciembre. Con un poco de suerte, antes de las próximas elecciones puede arrancar sus trabajos.
Por el momento, la Universidad Politécnica de València es el gran generador de innovación científica y tecnológica en territorio valenciano, singularmente la denominada Ciudad Politécnica de la Innovación, en la foto, levantada junto al campus de Tarongers. El único problema es que cada departamento universitario define sus prioridades de forma autónoma.
