El Claustro de la Universitat de València (UV), integrado por 300 representantes de los diferentes estamentos, examinó ayer a los tres candidatos a rector. Primero Mª Antonia García Benau, seguida de Vicent Martínez y luego Mavi Mestre -según el orden que deparó el sorteo previo - desgranaron ante el máximo órgano de representación de la UV sus propuestas. Además, se sometieron a las preguntas de los claustrales, hasta 26 en el primero de los dos turnos, en una sesión de cinco horas. La nota la sabrán tras las elecciones del 22 de febrero para relevar al rector Esteban Morcillo.

Anuncia «una transformación radical de la docencia»

García Benau, catedrática de Economía Financiera y Contabilidad, destacó que en una UV que «vive en la parálisis, el cansancio y la tristeza», su objetivo es «trasmitir ilusión y hacer políticas universitarias». Respecto a la huelga del profesorado asociado, afeó al equipo rectoral que «esté negociando en funciones con este colectivo». «¿Todo vale para ganar las elecciones?», se preguntó. Mestre ha sido vicerrectora de Profesorado hasta ahora e integra en su equipo a cuatro de los actuales vicerrectores.

Promete «una transformación radical» de la docencia basada en «una formación para la empleabilidad, nuevas metodologías de enseñanza y la mejora de las prácticas internacionales y las del Trabajo de Fin de Grado (TFG)».

Otra de sus propuestas es la renovación de la plantilla del Personal Docente e Investigador (PDI), «que no se puede hacer a costa de la precarización». Aquí incidió en crear más plazas de profesor ayudante y ayudante doctor, «evitando largos procesos de estabilización». Apostó por un plan de mentorización, similar al del Instituto Max Planck alemán, en el que el PDI de más de 62 años apoye a los que inician la carrera docente a cambio de la reducción de sus horas lectivas.

Otro de sus objetivos «irrenunciables» es rehabilitar el Colegio Mayor Lluís Vives, cerrado desde hace seis años por graves problemas estructurales, y crear Casas del Estudiante en cada uno de los campus de la UV. Concluyó que para aplicar su programa exigirá al Consell «con la debida contundencia la mejora de la financiación universitaria, porque si no estamos abocados al fracaso».

Pide a Mestre que se retire y deje paso «a un equipo nuevo»

Vicent Martínez, catedrático de Astronomía, criticó la gestión del equipo rectoral saliente del que forma parte Mestre. «La Universitat está enferma», dijo. Y, citando al Nobel Ramón y Cajal, que fue catedrático de la UV, dijo que «nadie puede ser cirujano de si mismo». Por ello pidió a Mestre que retire su candidatura y deje paso a «un equipo nuevo sin inercias del pasado».

Martínez cargó contra la precarización del profesorado - el 57 % del PDI no es funcionario y los asociados soportan el 30 % de la carga docente», dijo- y el retroceso de la UV en los «rankings» universitarios, «donde en los últimos 10 años ha sido superada por la Politècnica en el mismo contexto de recortes».

Incidió en que «instará a la Generalitat a continuar con la bajada de tasas, haciéndolo también en segundas y terceras matrículas». Apostó por aumentar la docencia en valenciano, «potenciando la creación de grupos de alumnos mixtos». Es decir, introducir asignaturas en valenciano en los grupos en castellano.

Entre sus promesas destacan la «estabilización al PDI en situación precaria y que ningún profesor imparta más de 240 horas de docencia». Se declaró contrario a la privatización de servicios al rechazar la externalización de las conserjerías de las facultades. Rehabilitar el Lluís Vives es otra de sus apuestas.

Subrayó que se pondrá «al lado del alumnado y el decano de Medicina de la UV» en la oposición a que la Universidad de Alicante (UA) abra la tercera facultad de Medicina pública de la Comunitat Valenciana y defenderá que en los hospitales públicos «solo hagan prácticas los alumnos de las universidades públicas».

«He trabajado duro a pie de obra, buscando diálogo y consenso»

«La UV no necesita recuperar la dignidad, como dice el candidato, porque nunca la hemos perdido, ni está por los suelos como dice la otra candidata». Así defendió Mestre la gestión del equipo rectoral saliente, del que ha formado parte. Frente a las acusaciones de falta de renovación por parte de los otros dos aspirantes, Mestre les recordó que es «la única de los tres» que se presenta por primera vez al rectorado.

Esta catedrática de Psicología Básica quiere ser la primera rectora de la UV, «porque durante los peores años de las universidades en democracia, con durísimas restricciones financieras y legales, he trabajado duro en el día a día, a pie de obra, buscando soluciones a base de diálogo y consenso».

Apuesta por «la transformación responsable de la UV». Ante la pregunta de un claustral del PDI de tres medidas y su coste, dijo: «Rehabilitación del Lluís Vives, 9,2 millones; promoción y estabilización del profesorado, 2,7 millones; y a la mejora salarial de los asociados, 2,4 millones contando con la autorización y financiación de la conselleria de Educación».

Entre las mejoras docentes que anunció destacan «la reducción del tamaño de los grupos más grandes de alumnos». Acusó a sus rivales de «querer dar una imagen de retroceso en los rankings, cuando somos la tercera universidad española en investigación y hemos mejorado un 50 % la captación de fondos competitivos y un 3,2 % el índice de impacto de nuestros investigadores».

También rechaza la Facultad de Medicina de la UA y que los alumnos de la privada hagan las prácticas en hospitales públicos.