Nacho Rodríguez ha diseñado su futuro y se está preparando para cumplir su sueño: ser piloto. «Me gustaría ser el piloto más joven de Europa pero no se si lo conseguiré. Me estoy esforzando para conseguirlo pero, sino fuera así tampoco pasaría nada porque lo que yo quiero es ser piloto y eso sí que lo voy a conseguir. Se el más joven de Europa es una meta que me he puesto, pero si no lo consigo no me preocupa», explica este joven de 16 años. Asegura que, ante todo, un buen piloto tiene que tener «vocación» y a él le sobra. «Ser piloto es una profesión de una gran responsabilidad. La gente piensa que ya está todo hecho y que los aviones vuelan solos con el piloto automático. Pero hay mucho trabajo y mucha preparación detrás. Hay que estar muy preparado porque, aunque es el transporte más seguro del mundo, hay que estar preparado por si ocurre cualquier cosa», concluye.