A los 71 años su único ingreso es el de su pensión, aunque la cuantía le da para bien poco. Y es que Vicente San José cobra 366 euros tras cotizar casi 20 años. «Estoy solo y vivo en una casa donde solo pago las gastos de escalera y las facturas de luz y agua, pero venden el piso y eso sí será un problema para mí. A mi edad y con 260 euros al mes... ¿Qué me espera? Es injusto», explica Vicente quien, sin embargo, tiene un plan B más que sorprendente. «He pensado que si me veo en la calle debo ser positivo y saber que puedo sobrevivir porque he recorrido el Camino de Santiago 23 veces desde que me separé tras estar 34 años casados. En mis viajes siempre llevo una pancarta reivindicativa sobre las pensiones», asegura.
Y es que Vicente, que no pertenece a ningún sindicato ni entidad, lamenta sumar años y no tener tranquilidad. «Empecé a trabajar en 1966, salí a la calle y protesté cuando era joven y ahora acudo a las protestas de los pensionistas, para hacer fuerza. ¿Sabe cuánto me ha subido la pensión en los últimos dos años? Menos de 2 euros. Una vergüenza. Con 360 euros deberían vivir ellos, a ver cómo se lo montaban», concluye.
