En su declaración ante la policía, el hermano de la víctima rememora dos reacciones especialmente llamativas de su cuñada en relación con el asesinato de Antonio Navarro. La primera se produjo durante el funeral celebrado en Novelda tres días después del crimen. «Cuando acabó el funeral, el sacerdote dijo que había alguien que quería decir unas palabras. Maje se acercó al púlpito y leyó una carta de amor a mi hermano que estaba muy bien hecha, diciendo que Antonio era el amor de su vida, y allí estaban todos llorando. Me sorprendió la entereza que tenía, porque no lloró. También me pareció extraño que la hubiese redactado tan bien, en tan poco tiempo y en el estado en el que se supone que tenía que estar, ya que debería estar destrozada».

En contraposición a esa reacción, la que tuvo el día en que supo que el crimen estaba resuelto. El hermano de Antonio declara que el 26 de diciembre -15 días antes de las detenciones de Maje y del amante que ha confesado el crimen, Salva-, estando en su casa, en Novelda, «le dije que la Policía ya tenía con nombre y apellidos al asesino y que lo iban a decir en enero. Le cambió la cara, se puso blanca». Dos días después, el 28 de diciembre, ambos se delataron en una conversación grabada por la policía. Fue el detonante de su detención.