Dos abogados de renombre acompañaban a la familia del exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, por su comparecencia ante la magistrada del Juzgado de Instrucción 8 de València y la Fiscalía Anticorrupción, tras su detención el pasado martes en la «Operación erial», en la que se investiga su presunta participación en una trama para el presunto blanqueo de dinero procedente del cobro de comisiones. Uno de los letrados era Íñigo Segrelles, especialista en derecho penal patrimonial-económico, además de profesor de esta materia en la Universidad Complutense de Madrid.

El otro era Santiago Milans del Bosch, exjuez, exfiscal y magistrado en excedencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Durante la larga espera de la tarde para conocer su futuro judicial, se produjo un rifirrafe entre el letrado Segrelles y un miembro de la familia de Zaplana, según confirmaron fuentes conocedoras de los hechos. Tras esta conversación, el letrado Milans del Bosch bajó a los calabozos para que Zaplana le diera la venia, para sustituir a Segrelles como su letrado en la causa.