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Uno de cada cinco docentes no se vacunará con AstraZeneca al tener más de 55 años

La nueva estrategia prioriza las dosis de Pfizer y Moderna para los mayores de 80 años y el personal sociosanitario de primera línea - Los expertos recomiendan posponer seis meses la inoculación a quienes hayan pasado el coronavirus

Uno de cada cinco docentes no se vacunará con AstraZeneca al tener más de 55 años

La llegada de AstraZeneca y sus condicionantes ha obligado a cambiar la estrategia de vacunación. En la que supone la tercera actualización del plan desde su aprobación en diciembre aparece un nuevo grupo de inmunización, el número 6, «colectivos en activo con una función esencial para la sociedad». En estos están incluidos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los docentes y personal de educación infantil y atención especial y los docentes de Primaria y Secundaria. Por este orden de prioridad.

Las restricciones marcadas, de momento, por las autoridades sanitarias españolas de no inyectar la vacuna de Oxford/AstraZeneca a los mayores de 55 años (pese a que la Organización Mundial de la Salud indicó ayer que sí que recomendaba su vacunación en mayores) ha provocado que este grupo 6, pese a ser de reciente incorporación, adelante a otros prioritarios como el de grandes dependientes que superen los 55 años y el de las personas mayores de 80 años.

Sin embargo, las limitaciones de edad también afectan al colectivo que podría recibir esta vacuna en las próximas semanas. Así, por ejemplo, de los 78.434 docentes que están sostenidos con fondos de la Conselleria de Educación (centros públicos y concertados), un 22 % supera los 55 años, según datos del propio departamento que dirige Vicent Marzà. Esto significa que, a la hora de inocular esta vacuna, uno de cada cinco profesores valencianos tendrá que esperar a que avance la vacunación con Pfizer y Moderna que tardará más en llegar a estos grupos al tener otros prioritarios por delante.

Este doble itinerario es una de las grandes novedades de la actualización aprobada ayer. Por un lado, queda la inmunización basada en ARN mensajero (Pfizer y Moderna) que sigue con el camino de proteger a la población más vulnerable y de mayor riesgo de contagio, desde personal sociosanitario en primera línea hasta los mayores de 80 años y grandes dependientes.

Por otro, la inoculación de AstraZeneca que incluye ya el grupo 6 tras el 3B (personal sociosanitario como fisoterapeutas) y el de grandes dependientes no institucionalizados menores de 55 años. «Las personas con estas patologías y aquellas mayores de 56 años (nacidas en 1965 o antes) se vacunarán más adelante cuando les corresponda por grupo de edad y/o condición de riesgo con la vacuna más indicada en función de la disponibilidad de vacunas y la nueva evidencia disponible», expresa el documento del Ministerio de Sanidad sobre la inyección de AstraZeneca.

Esta, además, cuenta con otra gran diferencia respecto a Pfizer y Moderna y es la separación entre la primera y la segunda dosis. Así, mientras en Pfizer era de 21 días y Moderna, 28; el producto de Oxford asegura tener mayor efectividad si se inocula con una separación de entre 10 y 12 semanas, es decir, casi tres meses.

Los estudios indican que tiene un 76 % de efectividad durante tres meses tras la primera dosis y que aumenta a un 82,4% al incorporar la segunda dosis a partir de la duodécima semana. Estos datos permitirían ampliar el número de personas con algún tipo de protección frente a la covid de una manera más rápida ya que no sería necesario contar con un reservorio para la segunda dosis hasta dos meses después.

Diferencias entre los docentes

Dentro del profesorado hay también diferencias de priorización en la misma línea que defendían sindicatos como el Stepv. En este sentido, están marcados primero los docentes de Infantil y Educación Especial debido a que en la mayoría se actúa como grupo burbuja donde, incluso, si son menores de seis años como en el caso de Infantil no es obligatorio el uso de la mascarilla para el alumnado. En el documento no se incluye al profesorado del sistema universitario.

También está previsto que se vacunen con AstraZeneca los más de 14.000 miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil destinados en la Comunitat Valenciana siempre que tengan menos de 55 años, una situación que se repite tanto para policías locales, personal de emergencias de la Generalitat Valenciana, bomberos, personal de protección civil y profesionales de las Fuerzas Armadas como el Tercer Batallón de Intervención de la Unidad Militar de Emergencia con sede en el cuartel militar de Bétera.

Seis meses tras la enfermedad

El documento ministerial, además, da unas pautas sobre cuándo vacunar a aquellas personas que han pasado la covid y que, por tanto, podrían tener protección natural tras su contagio. «La evidencia actual indica que la reinfección es excepcional en los 6 meses posteriores a una infección natural por SARSCoV-2», sostiene el texto elaborado por los expertos.

Por ello, recomiendan que quienes hayan pasado la covid no sean vacunados hasta 6 meses después del diagnóstico de la infección. Sin embargo, exceptúan posponer esta inmunización a aquellas personas que superan los 55 años o que cuentan con factores de riesgo en caso de infección.

La derecha quiere reabrir ya los bares y el Botànic, esperar

Los tres partidos de la derecha, PP, Cs y Vox, en las Corts Valencianes se muestran partidarios de la reapertura de la hostelería en la Comunitat Valenciana mientras que las formaciones del Botànic creen que es preferible esperar porque el cierre de la hostelería está salvando vidas. Mientras, todos los partidos están de acuerdo en que dimitan los cargos públicos que se han vacunado sin que les tocara, pero esa posición no se convertirá en declaración institucional, como pedía Cs, porque Compromís y Unides Podem se niegan a firmar junto a Vox.

Para que la moción sea de toda la cámara requiere que la firmen todos los partidos. Pero la presencia de Vox ha impedido esta legislatura las declaraciones institucionales porque la izquierda no quiere firmar. El síndic de Compromís, Fran Ferri, cree que no hay que dar espacios democráticos a los partidos que no creen en la democracia.

Respecto a la posible apertura de la hostelería, el portavoz socialista, Manolo Mata, dijo que las restricciones son un drama, pero contienen la pandemia, ya que favorecen que la gente se quede en casa. Preguntado por la decisión del Tribunal Superior del País Vasco de aceptar la petición de reabrir bares y restaurantes, el síndic socialista considera que los jueces no tienen la infalibilidad del papa y también se equivocan. Ferri añadió que el sector de la hostelería tiene derecho a protestar como quiera, pero cumpliendo la ley y los decretos del Consell, cuyo objetivo es salvar vidas durante la pandemia. La síndica de Unides Podem, Pilar Lima, dices que las restricciones «son muy duras» para la economía pero «hay que salvar vidas».

Por otra parte, Eva Ortiz (PP) pide que su partido tenga más información y de que se explique porque la hostelería sigue pagando impuestos.

Toni Cantó (Ciudadanos) defiende la reapertura porque se está «condenando a muchos valencianos a la ruina sin razón» e incluso dice que el Consell está «expropiando» estos negocios con sus decisiones.

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