La familia de una fallecida en Campanar pide el protocolo de extinción de incendios en edificios de gran altura de València

Las hermanas de la profesora de Alzira también exigen el informe de bomberos que permitió dar las cédulas de habitabilidad, que comparezca quién coordinó la emergencia y la reconstrucción de la tragedia

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Fernando Bustamante

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Los recursos en contra del doble archivo de la causa judicial abierta tras el incendio de Campanar en el que murieron el pasado 22 de febrero 10 personas, tres de ellas menores de edad –los dos bebés, hermanos entre sí, de 3 años y de 8 días, y una niña de 14 años– empiezan a acumularse. A los ya presentados no solo por los familiares de los fallecidos sino también por otros grupos de afectados, se le une otro más de la mano de las hermanas de Pilar Bueno, la profesora de Secundaria de Alzira que falleció cuando teletrabajaba desde su vivienda, en el ático del más bajo de los edificios siniestrados.

El recurso, presentado por el penalista Miguel Ferrer, del despacho Ferrer&Cogollos, justo cuando se cumplen dos meses de la tragedia, critica, como los anteriores, no solo el primer sobreseimiento firmado por el juez de Instrucción 9 de València solo 14 días después del siniestro, sino también el posterior, en el que confirmaba su primera decisión sin permitir conocer, entre otras cosas, «el por qué de la existencia de 10 fallecidos en un incendio en el que encontraban desplazados en el lugar, y prácticamente desde el inicio, numerosos miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, numerosas unidades de bomberos, protección civil…».

En el caso concreto de Pilar, el escrito, que se dirige directamente a la Audiencia de València, se pregunta por qué no fue rescatada a pesar de que en su edificio no había llamas hasta pasada una hora desde el inicio del fuego, como prueban, afirma, no solo los numerosos vídeos, sino también el testimonio de sus propios familiares, que llegaron al lugar a las 18.30 horas y hablaron con ella a esa hora. «De hecho», recoge el recurso, «cuando el cuerpo de Pilar fue recuperado, ni ella, ni ninguno de sus objetos personales que portaba, ni el móvil, ni el portátil, pues se encontraba teletrabajando en una junta de evaluación (era profesora), tenían signos de haber estado en contacto con las llamas».

Por esa razón, se cuestiona por qué nadie se cuestionó «la extracción de Pilar y de otras personas que, como ella, se encontraban en el bloque A, reiterando que en ese instante no había ningún tipo de fuego en dicho bloque».

Investigadores trabajando en el piso 86 del incendio de Campanar

Investigadores trabajando en el piso 86 del incendio de Campanar / Fernando Bustamante

Demasiadas preguntas

Para dar respuesta a esa pregunta y a otras como, por ejemplo, si arrojar agua sobre el bloque B, en llamas, cuando el viento soplaba con potencia hacia el A, no contribuyó a aumentar el humo tóxico presente en este último; si existió un coordinador que enlazase la información facilitada por las familias y el resto de datos sobre la emergencia; quién y por qué decidió no rescatar, cuando aún había tiempo, a las personas que permanecían en el interior; o por qué quienes obedecieron las órdenes de quedarse confinados murieron y quienes las desobedecieron, se salvaron; para contestar a todo ello, la familia de Pilar considera imprescindible reabrir el caso e indagar

Por ello, entre otras propuestas, solicita que se le exija al Ayuntamiento de València copia del protocolo de «intervención en incendios en edificios de gran altura», así como el «preceptivo informe de los bomberos» que permitió en su día otorgar las cédulas de habitabilidad del complejo residencial.

Además, pide que se le tome declaración en calidad de testigos no solo la portero del edificio, que propició buena parte de la evacuación –se pregunta Ferrer qué habría sido de todas esas personas de no haber hecho caso al conserje–, sino también a los reponsables en el lugar de la Policía Local, de la Nacional, de los Bomberos, de Protección Civil y, por supuesto, al «responsable o responsables de coordinación entre los cuerpos de Policía y bomberos», así como a todos los operadores telefónicos de los distintos servicios que intervinieron en la emergencia.

Tampoco olvida el letrado de la familia de Pilar solicitar, como ya han hechos otras víctimas, la reconstrucción de los hechos, que permita conocer «en intervalos de 30 segundos» qué hizo cada quién, dónde estaba cada víctima y cómo evolucionaron el fuego y su extinción.