J. G., Valencia

La soledad política del conseller de Empresa, una apuesta personal del presidente Camps, se evidenció ayer con toda su crudeza parlamentaria. Tras las duras réplicas de la oposición, Nieto tenía derecho a una última intervención para defenderse y cerrar el debate. El presidente de las Cortes, Julio de España, lo miró pero el titular de Empresa no hizo, según explicó De España después, ni un leve mohín para pedirle la palabra. De España pronunció acto seguido unas palabras con motivo del Día contra el Sida y levantó la sesión.

Mientras esto sucedía el portavoz adjunto del PP Rafael Maluenda hizo algún gesto indicando que le correspondía hablar al conseller. Pero toda la ayuda del grupo popular acabó ahí. Ningún diputado intervino para remediar a tiempo el entuerto. El conseller, totalmente desconcertado, se puso en pie expresando su deseo de hablar. De España apenas si lo miró. Después, lo llamó a la tribuna para aclararle que la palabra hay que solicitarla. El presidente aplicó el reglamento pero tampoco habría extrañado que le hubiera dado el turno sin más, lo que Nieto daba por hecho.Los diputados permanecieron de pie sin abandonar el hemiciclo, esperando que el titular de la Cámara rectificara y diera el último turno al conseller, pero no ocurrió. «Esta presidente ha levantado la sesión», zanjó De España.

«Ha hundido a sus antecesores»

En su intervención, el conseller destacó el mérito de los planes de competitividad sobre los sectores tradicionales que ha logrado poner en marcha. La oposición lo acusó por ello de «hundir» a sus antecesores, especialmente el actual titular de Justicia, el zaplanista Miguel Peralta. «No sé lo que durará en el cargo, pero usted es un rara avis; aporta biodiversidad a la política», fue la andanada de Oltra.