Pilar G. del Burgo, Valencia

El traumatólogo del servicio de urgencias del hospital Infantil La Fe que el pasado 26 de febrero atendió a un bebé de algo más de cuarenta días que llegó procedente del hospital Doctor Peset con las piernas rotas y hematomas en el abdomen no creyó la versión dada por los padres y presentó un parte judicial con el informe médico que describía las lesiones ante la sospecha de que podía haber sufrido malos tratos.

Los progenitores sostenían que el niño había nacido con las piernas rotas y que los moratones de la tripita se le habían producido al introducirle en la bañera. El especialista no creyó la versión, dado que el tiempo transcurrido desde el nacimiento del bebé hubiera bastado para que las tibias se soldaran. El médico siguió los pasos que se indican en el protocolo y trasladó la información a la instancia judicial.

Por reparto, el asunto recayó en el juzgado 14 de instrucción de Valencia que abrió diligencias informativas y que a mediodía de ayer aún no había recibido informe alguno del Servicio del Menor de la conselleria de Bienestar Social ni del Grupo de Menores (Grume) de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, según pudo saber Levante-EMV de fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Un vez que ambas instituciones remitan al juzgado la información recabada sobre la situación del bebé, la magistrada encargada del caso citará a declarar en calidad de imputados o de testigos a las personas que considere que puede aportar datos sobre el bebé.

La Generalitat asume la custodia

A última hora de la mañana de ayer y tras las gestiones realizadas por este rotativo la conselleria de Bienestar Social informaba que se había dictado una resolución administrativa declarando el desamparo del niño y la asunción de la tutela por parte de la Generalitat Valenciana.

El documento indica que el hospital La Fe tiene la guarda del menor hasta que el niño sea dado de alta en el centro hospitalario y la Administración autonómica adopte la medidas de protección que considere más adecuada, ya que en estos momentos el bebé se encuentra en fase de lactancia.

Fuentes de la conselleria de Bienestar Social señalaron también que ayer mismo se remitiría al juzgado la resolución administrativa en la que se retira la guarda y custodia a los progenitores.

La Administración autonómica declara a un menor en desamparo y asume su tutela ante la más mínima sospecha de que el niño pueda haber sufrido algún tipo de maltrato por parte de los padres.

No obstante, fuentes de la conselleria de Bienestar Social señalaron que había que ser muy prudente en el abordaje del caso, ya que las investigaciones realizadas apuntan a que se trata de una familia «bastante normalizada» que se encuentra muy afectada por lo que le sucede al niño.