J. A. Blay, Madrid. corresponsal

La orden ministerial estaba firmada, como es preceptivo, por el ministro, Eduardo Zaplana, y el subsecretario del departamento, y llevaba la fecha del 19 de enero de ese mismo año, es decir días después de la disolución del Parlamento y de la convocatoria de las elecciones generales. En la misma edición del BOE se publicaron también otras seis órdenes ministeriales idénticas concediendo el mismo galardón a otras tantas personas. Francisco Hernando Contreras, conocido como Paco el Pocero es un polémico constructor inmobiliario que ha logrado amasar una importante fortuna en los últimos años, coincidiendo con el boom de la construcción iniciado a principios de los años noventa. Según los balances de su conglomerado empresarial, en 2005 facturó más de 177 millones de euros, con un beneficio antes de impuestos de 109 millones.

Pero el expediente administrativo para la concesión de la Medalla al Mérito al Trabajo no tuvo su origen en el ámbito económico. Ningún colectivo empresarial ni laboral promovió la iniciativa, según explicaron a este periódico fuentes parlamentarias. «Se trata de un trámite que está rodeado de irregularidades, igual que la trayectoria que ha tenido la actividad inmobiliaria de este empresario», añadieron.

Según estas fuentes, el inicio de todo fue mucho más prosaico. Todo surgió de su entorno familiar. En una carta fechada el 18 de noviembre de 2002, Carlos García Cano, jefe del gabinete técnico del subsecretario del ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Marino Díaz Guerra, solicita al ministro Zaplana la concesión del citado galardón «en su categoría de oro». Se da la circunstancia de que una hija de Carlos García Cano está casada con uno de los dos hijos varones de Francisco Hernando, Paco el Pocero, y es responsable de una de las divisiones inmobiliarias del grupo empresarial, conformado por su propietario en base a una estructura familiar. Los cuatro hijos de Paco el Pocero trabajan al frente de diferentes responsabilidades del grupo empresarial, según datos de la propia empresa.

Esta situación es calificada por las mencionadas fuentes como «irregular», toda vez que incurre en una incompatibilidad administrativa. «Quien solicita la concesión no puede ser parte en su resolución», dijeron a este periódico. La responsabilidad de los trámites para este tipo de galardones corresponde a la subsecretaría del departamento ministerial. Pero, además, insisten las fuentes parlamentarias, el expediente para la concesión de la Medalla al Mérito de Trabajo «no cumple los requisitos establecidos en el reglamento que regula la tramitación de estos galardones». La concesión del mencionado galardón honorífico, con el que se suele premiar una trayectoria empresarial o laboral individual, se realiza tras formalizar un expediente con diversas informaciones. En el caso de Paco el Pocero el expediente administrativo se limita a la citada carta redactada por su consuegro, Carlos García Cano, y dos folios con un currículo del empresario. «No hay nada más», agregaron las citadas fuentes.

Pese a todo, el ministro Zaplana accedió a firmar la concesión del galardón. Bien es verdad que la orden ministerial rebajó la categoría de la medalla: en lugar de oro, que era el metal solicitado, fue de plata.

La trayectoria empresarial de Francisco Hernando Contreras está llena de polémicas y de todo tipo de especulaciones, especialmente en los últimos años. De origen humilde, según relata en el libro autobiográfico Un hombre que si no trabaja, se muere, el apodo de «el Pocero» lo heredó de la actividad laboral de su padre, con quien acabó enfrentado de joven por negarse a seguir sus pasos. Su actividad inmobiliaria, marcada por la discreción hasta hace pocos años, ha generado denuncias por parte de varias formaciones políticas, desde el PP hasta IU, pasando por los socialistas, tras unas polémicas actuaciones en el municipio madrileño de Villaviciosa de Odón, donde llegó a promocionar un partido propio para controlar el ayuntamiento. Tanto el PSOE madrileño como IU en Castilla-La Mancha han solicitado al ministerio de Trabajo que se le retire el galardón otorgado por Zaplana. Sus polémicas actuaciones inmobiliarias en Madrid hizo que el grupo socialista solicitase su comparecencia ante la comisión parlamentaria que investigó a los tránsfugas Tamayo y Sáez, aunque el PP lo impidió.

En los últimos meses su protagonismo empresarial ha aumentado considerablemente, al tiempo que ha sido el centro de numerosas especulaciones por sus relaciones con políticos de todo signo. Diversas informaciones aparecidas en medios digitales distintos le atribuyen una estrecha relación de amistad con José Bono y el propio Eduardo Zaplana. Incluso con intereses económicos. Ambos lo han negado.

Con todo, Paco el Pocero ha sido objeto de atención mediática como promotor de Residencial Rafael Hernando, un complejo urbanístico en la localidad toledana de Seseña, en el que se construyen actualmente 13.500 viviendas en medio de la nada.