Levante-EMV, Valencia

La tumba de Luburic continúa presidiendo hoy día el cementerio de Carcaixent. Un grupo de extremistas croatas, llegados desde la capital, Zagreb, visitó hace unos años la tumba del ex general, a quien rindieron homenaje.

Sin embargo, la Croacia independiente actual, con un sistema democrático y candidata a ingresar en la UE, reniega de la etapa negra de los años cuarenta del siglo pasado. El principal campo de concentración croata fue el de Jasenovac, donde pudieron ser asesinadas más de medio millón de personas (Luburic fue responsable de ese campo durante meses). Un recuerdo incómodo para un país de la Europa del siglo XXI.

La imprenta de la calle de Santa Ana cerró sus puertas pocos años después del crimen, y los cuatro hijos de Luburic se marcharon poco después de Carcaixent. El general croata estaba separado de su mujer, la española Isabel Hernáiz. Antes de llegar a Carcaixent, Luburic, había vivido un tiempo en Benigànim.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la actual Croacia independiente y la mayor parte de Bosnia y Hercegovina integraron la denominada Gran Croacia, cuyo presidente era Ante Pavelic. Aquella Croacia combatió junto a nazis alemanes y fascistas italianos. El avance de los partisanos de Tito acabó con aquel período. La mayoría de los dirigentes de la Croacia independiente huyeron en un primer momento a la Argentina de Perón y a la España de Franco. En Madrid murió en 1959 el mismo Ante Pavelic. Esa protección explica la presencia en Carcaixent de Vjekoslav Luburic.

Fotografías en la basura

El paso del genocida croata por Carcaixent aún no está del todo claro, puesto a pesar del tiempo transcurrido los que le conocieron todavía son reacios a hablar. Prueba de este secretismo es la llamada anónima que recibió un periodista de la edición de la Ribera de Levante-EMV hace unos 10 años, tras la publicación de un articulo sobre Luburic.

Al otro lado del teléfono, una voz le ordenó que se dirigiera a un molino abandonado de Carcaixent donde encontraría una caja con una cinta rosa. En el lugar indicado halló una caja con los contactos del entierro del general y la imagen que hoy aparece en portada.

Mañana, este periódico ofrecerá un artículo en el que el periodista Francesc Bayarri relata su encuentro en Sarajevo con Ilija Stanic.