V. A., Valencia

El Colegio de Abogados de Valencia mostró ayer su apoyo a la nueva ley estatal de Suelo y los cambios legislativos que introduce para controlar la especulación urbanística. Tanto el decano del colegio, Francisco Real, como el abogado urbanista de la institución, José Luis Noguera, consideran que la norma aporta «mayor transparencia y participación social» .

Los cambios que plantea la ley estatal en el marco legislativo fueron analizados ayer en una jornada informativa, a la que asistió un centenar de abogados y en la que cuatro expertos desmenuzaron sus contenidos. Uno de ellos fue José Luis Noguera, quien antes de su intervención declaró a Levante-EMV que el nuevo texto legal «concede mucha importancia a la participación ciudadana» y, por ello, «es muy positivo» .

Noguera presentó, junto a Salvador Alandí, asesor jurídico del Ayuntamiento de Quart de Poblet, un análisis de las principales novedades que supone la ley estatal. Ambos destacaron el mínimo del 30% de suelo que debe reservarse ahora para viviendas protegidas en las nuevas actuaciones urbanísticas, así como el replanteamiento introducido en la clasificación de suelo con su división únicamente en rural y urbanizado. Según Noguera, «resulta difícil prever las consecuencias prácticas de esta nueva concepción, que ha de ser compatible con el mantenimiento de la clasificación del suelo en la legislación autonómica. Sin embargo, cabe aventurar un primer punto de discordancia entre el planteamiento de la ley estatal y el tratamiento que en la ley Urbanística Valenciana -la LUV- ha venido a realizarse de los suelos semiconsolidados» .

«Huevos, patatas y sal»

Junto a Noguera y Alandí intervinieron en la jornada de ayer los diputados socialistas Josep Antoni Santamaría y Lucila Corral. El primero de ambos opinó que la ley es «un paso más, aunque no definitivo» en el control de la especulación del suelo, y subrayó la paradoja que se ha dado en los últimos años de que alguien pueda comprar suelo rústico a un precio determinado con la expectativa -información privilegiada- de revalorización de esos mismos terrenos merced a una reclasificación. Santamaría hizo un simil y dijo que, con la nueva ley, «si se compran huevos, patatas y sal, ya no podrán venderse como tortilla» .

Por su parte, el decano del colegio, Francisco Real, declaró a Europa Press que la nueva ley «procura favorecer una política urbanística más racional y sostenible e incrementa el control de la especulación urbanística».