El Ayuntamiento de Ontinyent ha pedido a la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural la evaluación y toma de acciones contra el aumento de la población de oruga procesionaria en el término municipal. Las acciones se plantearían en el marco de un plan de actuación de cara a los próximos años, ya que según la concejala de Sostenibilitat, Patricia Folgueras, «estas acciones tienen que hacerse los primeros meses de otoño, ya que ahora no solo no sería efectivo, sino que favorecería una mayor reinfestación, dejando a la plaga evolucionar de manera natural. Los árboles se debilitan, pero en poquísimos casos mueren por la defoliación, y al producirse ésta las orugas mueren», explica la edil.

Folgueras señala que las sierras de Ontinyent «son titularidad de la Generalitat Valenciana, y la competencia de sanidad forestal también es autonómica, pero somos conscientes que el problema de la procesionaria se ha visto agravado por las condiciones climáticas que estamos teniendo, y por eso nos hemos puesto en contacto con los técnicos en Valencià», indicó.

Desde la concejalía, plantean llevar a cabo ahora acciones de tratamientos puntuales en zonas especialmente afectadas, en las que haya tránsito frecuente de personas, como Sant Esteve o la pista del Torrater, para evitar alergias o irritaciones en los oídos, nariz y garganta de las personas. «Solo por ese motivo actuaríamos en estos espacios, y siempre sin acercarnos a menos de 100 metros de zonas apícolas», apuntaba Folgueras.

La edil expone que los tratamientos más efectivos, con fitosanitarios (microbiológicos o químicos) se realizan en las fases cuando la larva es pequeña. Como medida complementaria a los tratamientos fitosanitarios, añaden, están las trampas con feromonas para capturar las mariposas macho de la procesionaria, «un tratamiento que se tiene que hacer en verano, y que no garantiza por ´si mismo que en otoño no haya infestación de los pinos», advierten.

El Ayuntamiento de Ontinyent también apunta como medida complementaria, la instalación de cajas nido para que se fomente el asentamiento de aves insectívoras que se alimenten de las orugas, siendo estas las medidas que tomó el consistorio tras los trabajos selvícolas del invierno pasado al inicio de la subida a Sant Esteve. Por último, Ontinyent señala la opción de eliminar manualmente las bolsas accesibles, aunque esta tarea «solo es viable en zonas reducidas y concretas, una metodología que se utilizaría para evitar el contacto de la procesionaria con las personas y animales domésticos, y no como un método de control», concluyen.