El León Ibérico ya está en Bocairent después de 121 años de ausencia. El jueves, escoltado por dos agentes de la Policía Local por requerimiento del Museo de Bellas Artes de Valencia, llegaba la célebre escultura zoomorfa del siglo IV a.C. sobre un vehículo especializado en el traslado de obras de arte. La pieza fue depositada en el Museo Arqueológico Municipal Vicent Casanova, ante la atenta mirada del alcalde Josep-Vicent Ferre; el comisario del proyecto expositivo, Joan Castelló, y el concejal del Área de Espacios públicos y naturales, José M. Beneyto así como de los técnicos del museo estatal para velar por las condiciones de descarga y la ubicación de la pieza. Para Ferre, estos momentos «supusieron la culminación de un anhelo colectivo de la ciudadanía de nuestro pueblo que observa con orgullo como es capaz de conseguir hitos tan importantes como éste de albergar uno de los vestigios más destacados de su pasado», señaló.

De esta forma empieza a materializarse la iniciativa El Lleó Ibèric a Bocairent: una tornada a la seua terra originària, promovida por el consistorio el pasado verano con la solicitud de cesión de la escultura integrante del Patrimonio del Estado al Museu de Belles Arts San Pius V de Valencia, que accedió a la petición el 22 de diciembre. Desde entonces, diversos han sido los preparativos efectuados para poder inaugurar la exposición el próximo día 15, que permitirá a vecinos y visitantes contemplar la pieza original. Paralelamente, la propuesta irá acompañada de un conjunto de actividades como una excursión a la loma de Galbis, donde fue descubierta en el año 1895, o la edición de material didáctico creado para la ocasión, entre otras.

Igualmente, la brigada municipal de obras realizó una completa remodelación del espacio desde el 15 de febrero, cuando el museo cerró sus puertas para prepararse para el gran acontecimiento de sus más de 45 años de existencia. Las medidas contemplan tanto la mejora de la seguridad con una instalación eléctrica totalmente rehecha y una nueva alarma con sensores de mayor precisión como la adecuación de los muros con un revestimiento a base de mortero de cal que permitirá transpirar a unas paredes situadas a los pies del campanario de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora. Otros trabajos como la limpieza de canales de desagüe o el rejuntado de los sillares han conferido al museo una fuerza renovada para acoger su colección permanente y, desde el jueves, esta pieza emblemática que en nada comenzará a recibir la visita de los habitantes de Bocairent y de los miles de turistas que la recorren anualmente.