Los efectos de la persistente sequía, que se prolonga ya por cuarto año consecutivo en tierras valencianas, sobre el sector agropecuario son cada vez más ruinosos. Un informe elaborado por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), a partir de las últimas inspecciones sobre el terreno del estado que presentan los cultivos, permite cifrar en 245 millones de euros las pérdidas ocasionadas en la agricultura y la ganadería de la Comunitat Valenciana por este continuado déficit de lluvias. En La Costera-la Canal y la Vall d'Albaida, cultivos como la fruta de verano o la oliva se han visto especialmente afectados.

Si bien el desastre es generalizado, el ranking de la devastación está encabezado por los cítricos, señalan desde el colectivo agrario. Los sobrecostes que implican la necesidad de realizar más riegos, la incidencia de las plagas y el aumento del desembolso para combatirlas, así como los problemas de calibre detectados, arrojan unas pérdidas globales de 147,5 millones de euros. Sin embargo, y en términos globales, son las producciones de secano las que se están llevando la peor parte. Así, en el olivar se aprecia un descenso en los rendimientos del arbolado del 45%, una caída de la producción de 72.000 toneladas y una disminución de los ingresos de 38,3 millones de euros, mientras que en el viñedo las pérdidas económicas ascienden ya a 23,4 millones. Tampoco se libran de la devastadora incidencia de la sequía los frutos secos, con unas pérdidas acumuladas de 14,7 millones, ni los cereales, con un quebranto económico de 2,6 millones de euros, según ASAJA.

Por su parte, los ganaderos valencianos también se han visto en la necesidad de hacer frente a los problemas derivados de la falta de agua, que se ha traducido en una desaparición paulatina de los pastos y en la necesidad de incrementar, en el caso del ganado ovino y caprino, los gastos en piensos para poder alimentar debidamente a los animales. En cuanto al sector apícola, la sequía ha contribuido a diezmar en un 20% la población de abejas y a provocar unas pérdidas de 3 millones de euros. Durante el último año hidrológico la Comunitat Valenciana ha sufrido un déficit de precipitaciones un 40% superior a la media histórica, lo que convierte al presente ejercicio en el segundo más seco del último medio siglo.