Más de un millar de espectadores asistieron la tarde-noche del pasado sábado en la calle Martínez Valls a los espectáculos de clausura del programa Ontinyent al Carrer. La cuarta edición de la campaña de dinamización comercial impulsada por el ayuntamiento a través del Consell Econòmic i Social (CES), ha vivido tres fines de semana llenos de actividades bajo 34 lámparas led gigantes que llevaban la «Llum de tardor», el lema de la campaña.

La jornada final de esta iniciativa „que desde el 8 de octubre ha incluido talleres, gincanas y espectáculos„, comenzaba con un taller de farolillos y un juego de sables en el centro comercial El Teler, que daba paso al espectáculo infantil interactivo Los trotamundos y la máquina del tiempo. La jornada finalizaba, a las diez y media de la noche con el espectáculo para adultos Pekados the musical, de la compañía La Unión, que convertía la calle Martínez Valls en un teatro al aire libre, donde se ofrecía un espectáculo de humor, magia, música y danza para los más mayores.

Ciudad de atracción

El concejal de Política Econòmica, Pablo Úbeda, destacaba que «han sido miles las personas que han salido a la calle a disfrutar de las actividades que hemos ido ofreciendo, y tenemos que agradecer la implicación de todas las personas que están colaborando con el ayuntamiento en nuestro objetivo de hacer de Ontinyent cada vez más una ciudad de atracción». Úbeda agradecía, así, a la coordinadora de la Comissió de Foment de l'Activitat Econòmica Urbana del CES, Amparo Boscà, así como a las asociaciones locales de comercio y hostelería y al público en general.

Desde el CES, Amparo Boscà incidía en que «una vez más hemos conseguido sacar la gente a la calle y le hemos dado vida y alegría a la ciudad, lo que redunda positivamente en la actividad comercial y refuerza el trabajo que viene haciendo el ayuntamiento para hace de Ontinyent un polo de atracción para otras ciudades». «Vecinos y visitantes son conscientes cada vez más que ni para pasarlo bien, ni para comprar hace falta ir a otro lugar», concluía Boscà.