La factura del último episodio de lluvias torrenciales puede salirle muy cara al Ayuntamiento de Enguera. Al margen de los destrozos que se han sucedido en los caminos, vías agrícolas y cultivos de la población, el derrumbe de una sección del depósito municipal de agua potable con más de 100 años de antigüedad está ocasionando fuertes trastornos económico y logísticos.

El alcalde, Óscar Martínez, contrapone «los daños previsibles» en los caminos, que han sufrido «todos los ayuntamientos» de las comarcas afectadas por el temporal y que pueden rondar los 15.000 euros en el caso de Enguera, con el suceso «sobrevenido» del depósito, que, además, ha afectado a un servicio público y básico, como es el agua. Martínez hace hincapié en que será necesaria una «obra de ingeniería importante» para solucionar el «daño estructural» registrado en la zona de la Pinada, precintada y vallada por la Policía Local el martes de forma preventiva.

Elevado impacto económico

De momento, la corporación está cuantificando el coste del hundimiento del aljibe centenario „que se espera muy elevado„para obtener «una memoria valorada ajustada a la realidad». El objetivo inmediato pasa por encontrar una vía de financiación ante la emergencia de intervenir «cuanto antes». El alcalde baraja dos alternativas: o bien «sacrificar» la sección del depósito afectada o bien construirla de nuevo.

El ayuntamiento va a tramitar una solicitud urgente de ayuda a la diputación para tratar de mitigar el impacto económico de la actuación, puesto que la institución provincial dispone de una partida para sufragar los perjuicios derivados de las catástrofes naturales. Martínez reitera que se trata de un destrozo «difícilmente planificable» que afecta a una «instalación con una función básica» y que se está traduciendo en «un encarecimiento del coste del agua». Aunque el suministro está garantizado, el consistorio ha tenido que invertir en otro depósito para cambiar las presiones y dar servicio a la población.

El temporal del pasado lunes también obligó a cortar más de una docena de caminos y ramblas inundados o afectados por desprendimientos de calzadas en Enguera. En la sierra se registraron daños similares, aunque los beneficios de las lluvias han superado a los inconvenientes y el agua vuelve a resurgir de las fuentes y manantiales tras la sequía.