Las obras de reasfaltado, renovación del pavimento y mejora de la seguridad que está desplegando la Conselleria de Obras Públicas y Vertebración del Territorio en la carretera que enlaza la A7 con los términos municipales de la Llosa de Ranes y Xàtiva, la CV-58, incluyen la supresión de los adelantamientos en las zonas que hasta ahora disponían de líneas discontinuas.

La medida, acordada junto al Ayuntamiento de Xàtiva, contempla la señalización de una mediana de seguridad continua de color rojo en la calzada, con el objetivo de reducir la peligrosidad existente en un tramo muy transitado (más de 16.000 vehículos diarios, un 7% de ellos pesados) y de elevada siniestralidad que se ha cobrado varias víctimas mortales en los últimos años.

El regidor de Movilidad, Miquel Lorente, subraya que el trazado que une la autovía del Mediterráneo con el polígono de la Vila en la principal entrada de Xàtiva presenta «una acumulación importante de accidentes» que obliga a articular una actuación urgente, después de que la antigua idea de desdoblar la carretera CV-58 (la vieja N-340) quedara aparcada con la crisis.

La rotonda no estará en Navidad

La conselleria cifra en 1,6 millones de euros la inversión global que está ejecutando en un trazado que comenzaba a presentar signos de agotamiento y que se encontraba fisurado, tanto longitudinal como transversalmente. Por un lado, los trabajos en el pavimento han renovado la textura, la resistencia y el deslizamiento para mejorar la circulación. Por otro, sigue construyéndose la nueva rotonda diseñada a la altura del cementerio para descongestionar el tráfico de entrada y unir los polígonos. Aunque se anunció que la obra estaría acabada antes de Navidad, finalmente no será así y se adentrará en los primeros compases de 2018.