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"Mucha responsabilidad, aunque al mismo tiempo estamos viviendo como en una nube, es un sueño". Así explica el artista valenciano Ricardo Marín su experiencia en el Museo Egipcio de El Cairo. Lo excepcional de su muestra, Los dibujos del tiempo. Impresiones del templo Edfú, estriba en que es la primera vez que un artista vivo expone en las galerías egipcias.

La exposición, que se inaugura hoy en el museo egipcio, recoge cerca de 60 dibujos, realizados por Marín y Asunción Jódar, entre 2005 y 2010, a partir de bocetos del natural y fotografías de las 31 figuras de los sacerdotes portainsignias grabadas en la escalera oeste del templo Horus en Edfú.

La oportunidad de exponer en uno de los mayores museos del mundo llegó, tal y como explica Marín, de la mano del director del Instituto Cervantes en Egipto, el arqueólogo Luis Javier Ruiz, a quien "le gustó nuestra idea de los dibujos. Se lo comentó a la directora del museo , Wafaa El Seddik, que vio nuestros bocetos y, finalmente, nos pidió que los expusiéramos".

Su visión, 2.000 años después

Marín señala que los dibujos, que llegan a alcanzar dimensiones de 2,5 metros de alto por 1,5 metros de ancho, persiguen realizar "una recreación artística, 2.000 años después, de los grabados que hay en la escalera del templo, tan bello y misterioso al mismo tiempo". Además, "el proyecto artístico e investigador está basado en el estudio de los procesos creativos implicados en el dibujo de las figuras que representan los sacerdotes portainsignias en las paredes de la escalera oeste de la cámara de las ofrendas del templo de Horus en Edfú".

Los objetivos de ambos artistas, con esta muestra ha sido, primero, "dibujar del natural las imágenes de los sacerdotes con tres principales propósitos: uno, analizar el proceso creativo que subyace a las figuras de los sacerdotes a través de la observación de los aspectos formales de cada uno y su discurso compositivo; dos, descubrir la expresividad y el especial naturalismo de las imágenes, a pesar de la rigidez de las normas que regulaban estas figuras; y tres, realizar un análisis gráfico comparativo entre las figuras de los sacerdotes portainsignias del tempo de Horus en Edfú y otras imágenes muy próximas, como por ejemplo en las escaleras del templo de Hator en Dendera, y, en general, la representación de la cabeza de los sacerdotes en el arte del antiguo Egipto". El segundo objetivo de los pintores ha sido "dibujar y pintar a partir de las figuras de los portainsignias para seguir avanzando en la representación de la figura humana y el concepto de movimiento en el arte contemporáneo, y para conformar a través del dibujo la herencia cultural como un elemento dinámico para las identidades sociales".

Para la exposición, los artistas han tenido en cuenta las características de las obras que hay en el museo, su organización, así como las cualidades arquitectónicas y la luz del edificio, para que los dibujos se integraran con las obras expuestas y así hacer que el visitante "mire con más interés el conjunto" museístico.