Habrá 42 edición de la Fira del Llibre de Valencia. La afirmación puede parecer ociosa, pero el porpio Gremi de Llibrers -organizador del certamen desde su inicio en 1969- llegó a dejar caer hace unos meses que podía cerrar la paradeta a la vista de la incertidumbre sobre la aportación final de la Generalitat.

Al final, como era previsible, la Fira se salva, aunque la nueva edición será "más modesta, de transición", asegura la presidenta del Gremi, Glòria Mañas. Para reducir los costes, habrá menos actividades, menos gastos de promoción y publicidad y menos escritores de fuera de Valencia invitados, explicó a Levante-EMV.

La organización se ve obligada a una economía de guerra para cubrir en las próximas ediciones el déficit generado por la de este año. El agujero no ha sido provocado por gastos extraordinarios, sino porque la Conselleria de Cultura aplicó a mitad de ejercicio una segunda -e inesperada- reducción a la ayuda anunciada para la Fira. De esta manera, de 80.000 euros, el certamen supo en septiembre que tenía 50.000, con el consiguiente déficit de 30.000 euros cuando los gastos ya estaban realizados. A la cifra hay que añadir los costes del crédito bancario que han tenido que firmar.

Ojo, precisa Mañas, el problema grave no ha sido el recorte de la aportación, sino que se produjera sin aviso previo, cuando ya era imposible reducir los gastos.

La Fira del Llibre, que adelantará algo sus fechas en 2011 -será del 7 al 17 de abril-, confía en mantener el número de expositores (en torno a 80), ya que las cifras de ventas de las últimas ediciones han sido, en general, positivas, apunta Mañas, y el escenario de crisis ya estaba presente en la de 2010. No obstante, la participación no se cierra hasta unas semanas antes de inaugurar.