Lo decía Giménez Caballero antes de hacerse fascista (o al mismo tiempo, quien sabe): ¡una placita de acomodador para el ateneísta!, mientras el genial Pepín Bello declinaba la palabra: el ateneista, el ateneistae, el ateneistaiaeÉ

Todos los ateneístas (a la antigua usanza) hace años que crían malvas, pero ahora los que optan a las placitas de acomodador son los políticos. Cuantos políticos, políticois y polí ticoeis (o políticos, polítiquitos y políticastros) se presentarán a las elecciones para obtener un sueldecito a cambio de poner la jeta.

Pero, y los que no resultan elegidos, ¿qué hacemos con ellos?, pues al Consell Valencià de Cultura, hombre. O si no al Museo San Pío V, como han hecho con una indocumentada que jugaba al tenis con Camps, o como otro indocumentado que pusieron al frente del MuVIM. No escribo sus nombres, no por nada, es que no los sé, ni creo que sepa nunca los nombres de semejantes homenots (i donotes).

El Consell Valencia de Cultura no es que sea el Grupo de Bloomsbury precisamente, porque si echas un vistazo hay cada elemento en el Consell que te cagasÉ no voy a entrar en detalles, pero si ahora ingresan en tamaña institución una recua de polítiquitos para los que no han encontrado nada mejor, apaga y vámonos. Pero espera, que los que no están avisados creerán que todo esto es solo cosa del PP (que también lo es), pues no, porque Gloria Marcos, famosa intelectual de la escuela de Frankfurt como bien es sabido, también va a tener su placita aupada por EU.

A lo mejor les parece una tontería pero yo organizaría una timba de Trivial con todos los consejeros de tan brutal institución, porque ya que son metidos todos a dedo que demuestren un mínimo. Que menos que un mínimo. Y los que no hagan quesito a la calle. ¿Todas estas cacatúas, las de antes y las nuevas, representan a los valencianos? ¿Representan la cultura y el nivel cultural de los valencianos? A lo peor, si. Con lo cual puede ser que la cosa no sea tan destarifada: unos consellers que reflejen la verdadera medida de lo cultural en este país, reino, región, nación o comunidad valenciana (más fácil aún: llamémosle Valencia). Mientras tanto, ¿Qué hace el Consell Valencià de Cultura?: Informes. En todos sus sentidos. Mortadelo y Filemón, agencia de información. (Espérate Mariscal, que la semana que viene ya hablaré de tus Garriris. Es que esto de hoy tenía guasa).