Hace 25 años ni siquiera se le conocía con el mismo nombre. En diciembre de 1987 el Coro de Valencia hacía su presentación en las tablas del Teatro Principal de Valencia. Una tablas ya importantes pero que, a medida que pasaron los lustros, el hoy Cor de la Generalitat ha cambiado por otros más rotundos como el del Palau de les Arts Reina Sofía, además de otros importantes escenarios del panorama nacional e internacional.

El conjunto que dirige el setabense Francesc Perales acaba de celebrar su 25 cumpleaños y puede presumir de un repertorio sinfónico coral dentro y fuera de España, además de haberse convertido en una de las mejores y más arriesgadas formaciones corales de España.

Desde aquel Don Pasquale, los días 11 y 13 de diciembre de 1987 en el Teatro Principal de Valencia con la soprano Enedina Lloris en su mejor momento y bajo la dirección de Manuel Galduf, hasta hoy, el Cor ha trabajado a las órdenes de las más prestigiosas batutas en algunos de los más relevantes auditorios del mundo y se ha convertido en uno de los principales embajadores de la Comunitat Valenciana. La historia del conjunto está íntimamente ligada a la de Perales, que ocupa este puesto desde 1988, y que ha procurado que esta unidad artística, desde que en 2006 se convirtiera en el coro titular de las temporadas líricas de Les Arts, siga siendo una formación versátil y capaz de abordar todo tipo de géneros musicales, desde la música antigua del Llibre vermell, junto con Capella de Ministrers, hasta sus colaboraciones con Carles Santos y la Fura dels Baus, o el estreno de obras de jóvenes valores valencianos, como Francisco Coll, junto con la Jove Orquestra de la Generalitat.

Precisamente, la participación del Cor en el montaje Tramuntana tremens, de Santos, puede considerarse uno de sus grandes hitos. Fue el primer coro institucional en atreverse con la vanguardia, y no solo desde un punto de vista musical, sino también escénico. Otros momentos cruciales en su trayectoria han sido el Orfeo de Monteverdi en 1989, la primera representación escénica del Palau de la Música de Valencia; el estreno del Te Deum, de César Cano, en la Catedral de Valencia con motivo del 750 aniversario de la ciudad de Valencia; Fidelio, con Zubin Mehta; el Réquiem y 1984, con Lorin Maazel, y la Novena sinfonía, recientemente en el Palau de les Arts, o Turandot, en el Teatro Real Madrid.

Pese a que corren malos tiempos para la lírica, el Cor no deja de crecer: ha pasado de 62 actuaciones en 2011 a 85 en 2012. Ello se debe a las dos giras, una de coro mixto y otra de voces femeninas que ha ofrecido en la C. Valenciana „con programas singulares compuestos por obras muy poco interpretadas en las salas de conciertos„ y a su participación en Roger de Flor y Le diable à Seville, en el Palau de la Música.

Una de las principales características de este coro es «su gran agilidad de aprendizaje, un ritmo altísimo, nada habitual en este tipo de formaciones, y su entusiasmo», explica Perales, quien añade que, «fruto del ritmo vertiginoso al que está sometido y a su dilatada experiencia, cuenta con una notable capacidad lectora y de análisis, además de una gran seguridad a la hora de preparar una obra».

Perales recuerda que, «aunque nació ligado a la programación de ópera del Principal y a la Orquesta de Valencia, el Cor empezó pronto con un repertorio totalmente distinto, el sinfónico, con oratorios, cantatas, misas, piezas profanas y mucha música a capela». Por ejemplo, Les hores, de Matilde Salvador, el 8 de marzo de 1988.

De una media de edad de 25 años en sus inicios, ha pasado a 43. El propio Perales tenía 28 cuando se hizo cargo de la formación, después de estudiar dirección de coro y orquesta con Eduardo Cifre, José Ferriz y Manuel Galduf, y haber asistido a clases de Helmuth Rilling. De la época fundacional apenas quedan una decena de cantantes, y Perales, que se incorporó dos meses después de los primeros pasos del Coro. «Es una plantilla muy consolidada y creo que es fundamental continuar la línea actual de combinar la ópera con los conciertos. Todos hemos aprendido mucho en este viaje, aunque considero importante que la formación se renueve, como viene siendo habitual, y se amplíe y que entre gente joven».

Respecto a sus próximas actividades, además de continuar su residencia en el Palau de les Arts, tiene previsto actuar en el Auditorio Nacional, diversas colaboraciones con la Orquesta de Valencia, así como actuaciones en Francia y un programa extraordinario para conmemorar sus veinticinco años de existencia el próximo mes de mayo.