La primera grieta del ansiado proyecto Centro Sorolla que reuniría todas la obras del pintor repartidas actualmente en las instituciones valencianas en la Fundación Bancaja, proyecto encabezado además por esta institución, ya tiene su primera grieta. En este caso, la del Ayuntamiento de Valencia, cuya concejala de Cultura, María Irene Beneyto, consideraba ayer fantástica la idea de que las administraciones se pudieran poner de acuerdo en esta iniciativa, aunque cuestionaba que existiesen suficientes cuadros para crear un fondo potente.

Además, Beneyto recordaba que la situación económica actual no es la más oportuna para proyectos de esta envergadura y, sobre todo, que había que tener un plan serio y riguroso ya que no se trataba del "pensat i fet" tan habitual en estas tierras sino de saber quién puede colaborar y quiénes van a hacer cesiones.

Esa sensación de debilidad inicial es lo que parece envolver a este proyecto, atractivo de forma embrionaria, que si bien puede sentar en una mesa a las instituciones valencianas y convertirse en un buen documento de intenciones sobre el que empezar a trabajar necesitaría de muchas patas para ser realidad y tener una solidez artística y científica. No es trabajo de un año, como admitían expertos consultados por este diario, sino de una iniciativa a más largo plazo. Sobre todo si lo que se pretende es contar con un centro de referencia y no con un simple contenedor de colecciones públicas y privadas.

Y en ese juego si algo falta es la propia familia Sorolla, quien controla las riendas de la Casa Museo Sorolla, elemento básico para que el proyecto no sea únicamente una simple reunión de cuadros y cuente con el apoyo familiar a la hora de la cesión temporal de fondos públicos. Y también, por supuesto, del Ministerio de Cultura, titular de la Casa Museo del artista en Madrid.

La consellera de Cultura, María José Catalá, daba ayer un paso más y aunque no lanzaba todas las campanas al vuelo sí se apresuraba en marcar como plazo de puesta en marcha apenas un año.

"Se trabaja en el sentido de ver si las instituciones, o cómo lo harían, pondrían a disposición del futuro museo" las obras del artista. Como también, reconocía Catalá, habría que contar con el Ministerio que tiene depositadas obras en el San Pío V que deberían ser cedidas. Y a partir de un acuerdo global crear una fundación. Nadie de momento se ha referido a la Academia de San Carlos, titular de otras obras depositadas en el San Pío V.

Ayer, otras fuentes consultadas por este diario recordaban que la Fundación Bancaja dispone de una importante colección a la que hay que darle vida y que todo era un proyecto embrionario sobre el que se debía comenzar a hablar con una perspectiva a medio y largo plazo.

Las mismas fuentes admitían cierta precipitación en la venta pública de un proyecto que de momento es una mera declaración de intenciones por definir y sobre todo negociar.

Mientras unos piensan en crear más instituciones en torno a la obra y figura de Joaquín Sorolla, las ya creadas se tambalean. Ese es el caso de la Institución de Investigación y Estudios cuya sede está en el Centre del Carme. Su futuro pende ahora de un hilo.

De hecho, uno de sus fundadores y miembro de su consejo científico, Facundo Tomás, catedrático de Historia del Arte en la Universidad Politécnica de Valencia, ha presentado su renuncia a seguir formando parte del mismo y ha pedido una reunión del órgano para su disolución. La Institución está adherida al Consorcio de Museos que dirige Felipe Garín y en su consejo figuran también, además de Tomás y Garín, Blanca Pons Sorolla, María Isabel Justo y Francisco Javier Pérez Rojas. No se descartan más dimisiones en un futuro inmediato en este órgano que preside el secretario autonómico de Cultura Rafael Ripoll.

Según ha podido averiguar este diario, la dimisión de Facundo Tomás responde a la parálisis que sufre la Institución, el incumplimiento de sus objetivos y la ausencia de financiación.

La Institución nació con la promesa de la Generalitat de asegurar una línea de crédito anual que ha ido desapareciendo. La función del centro de investigación era la de abrir líneas de publicaciones sobre Sorolla y su tiempo y la organización de exposiciones. Hasta la fecha había publicado algunas pequeñas monografías y dispone de una pequeña sala en el Carme.