No es un hecho sin precedentes, pero lo bien cierto es que la situación del Museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V se ha convertido en un reguero de denuncias y ahora le va a tocar posicionarse a la propia Fiscalía Provincial de Valencia.
Y es que el colectivo Cercle Obert ha denunciado ante la institución la situación de precariedad y abandono que vive el museo valenciano, pendiente de una rehabilitación recién comenzada pero tras una demora en el tiempo de casi dos décadas.
La denuncia obedece a la caída de cascotes de su fachada que se produjo el pasado 17 de abril y que obligo a cortar el tráfico a las puertas de la institución museística.
No es la primera vez que se producen desprendimientos en la fachada del edificio noble, pero sí la de mayor gravedad. De hecho, una parte de la fachada lleva desde hace muchos años protegida con una malla metálica para evitar que los posibles desprendimientos afecten a los visitantes y transeúntes. Se da la circunstancia de que los últimos desprendimientos se produjeron en una zona próxima a la entrada principal, lo que obligo a cambiar el propio acceso al museo.
Cercle Obert pide a la Fiscalía que actúe e «incoe diligencias de investigación penal al objeto de depurar responsabilidades e indentificar a todos y cada uno de los responsables institucionales que han permitido y alimentado por acción u omisión la presunta degradación, ruina, expolio y abandono que sufre el San Pío V».
La asociación recuerda que el museo es Bien de Interés Cultural (BIC) y goza de una especial proyección por este hecho, tanto según la Ley de Patrimonio Histórico de ámbito estatal como la de Patrimonio Valenciano la propia Constitución.
Además, en el escrito ante la Fiscalía, la entidad recuerda que las leyes también apelan a las posibles sanciones por negligencia, abandono o desinterés en la protección del patrimonio histórico por parte de los responsables de su protección.
El San Pío V, aunque es de titularidad estatal tiene su gestión transferida a la Generalitat. El estado de abandono del museo ha sido denunciado en repetidas ocasiones convirtiéndose su recuperación en un caso de disputa política, tanto por el gobierno socialista como con el popular. Su rehabilitación parcial no ha sido hasta ahora desatascada después de múltiples contratiempos y cambios de contenido político.
La Fiscalía ya ha actuado en otras ocasiones por casos relacionados con la destrucción del patrimonio, como lo hizo en su día con motivo del expolio del convento de San Josep.
