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Toros

Triunfal novillada de la Escuela en Xàtiva

Excelente encierro de La Quinta en una tarde en la que destacó Juan Antonio Navas, una de las firmes promesas

Triunfal novillada de la Escuela en Xàtiva

Tras la catarsis sorista vivida en la corrida del pasado domingo, el segundo festejo de la feria taurina de Xàtiva consistió en una novillada sin picadores organizada por la Escuela de Tauromaquia de Valencia junto con la empresa del coso setabense. Además de la corrida del Soro, Luque y Román, la plaza ha albergado dentro de la Fira d´Agost el III Concurso de Recortadores Ciutat de Xàtiva (en el que se impuso Daniel Díaz Tadeo, el Tade) y una nueva edición del Gran Prix, en estos dos casos a cargo de la firma Medetauro.

En la plaza se vivió ayer un gran ambiente, con más de la mitad de los tendidos cubiertos en tarde bochornosa. Se lidiaron astados de La Quinta. Un encierro que fue fiel a su encaste santacolomeño, tanto en hechuras como en comportamiento. Variados en sus pelajes, cárdenos en distintos cromatismos, su juego resultó encastado y, por momentos, exigente para la terna. Se movieron incansables, tuvieron raza y quisieron embestir en todo momento, aunque sin dar facilidades y pidiendo seguridad y firmeza a sus matadores. Destacaron por su extraordinaria calidad cuarto y quinto, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Robert Beltrán, uno de los alumnos más veteranos del centro, muleteó centrado y con oficio a los dos de su lote, cortando una oreja en ambos. Eduardo Navarro, de la Escuela de Albacete también se llevó un trofeo de cada uno de sus oponentes; tanto del molesto y atosigante segundo, al que plantó cara con voluntad aunque algo amontonado, como del buen quinto, al que toreó siempre bien colocado, con templanza y ligazón, sabiéndole sacar partido.

Por su parte Juan Antonio Navas ratificó ser una de las más firmes esperanzas de la escuela de Valencia actualmente. Tiene valor de fondo, tanta firmeza como actitud y maneja los engaños con una singular personalidad y aplomo. Sometió a su enrazado primero, al que desorejó por partida doble y otro trofeo se llevó del que cerró plaza tras firmar un trabajo de notable corte.

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