En una temporada que por primera vez se cerrará con un superávit de 700.000 euros y de cambios tanto internos como estructurales y orgánicos, el Palau de les Arts Reina Sofía también recibió ayer su reconocimiento artístico y, ademas, por partida doble. Fue anoche en el transcurso de la novena gala de entrega de los Premios Líricos Teatro Campoamor de Oviedo, los más importante de España en su especialidad.

Les Arts durante todos estos años de los galardones siempre ha estado presente en ellos. En esta edición lo hacía por el espectáculo La forza del destino, de Verdi, que fue designada por el jurado como mejor producción y por tres direcciones musicales „La valquiria, de Wagner, de nuevo La forza del destino y Turandot, de Puccini„ que fueron ofrecidas por el maestro Zubin Mehta.

Este último no pudo asistir a la gala porque se encontraba en Moscú, pero envió un vídeo en el que reconocía que sin la Orquestra de la Comunitat Valenciana, el Coro y la exintendente de Les Arts, Helga Schmidt, este galardón no hubiera sido posible. Al mismo tiempo aseguraba echar de menos el teatro.

Por su parte, el director artístico del teatro valenciano, Davide Livermore, defendía horas antes de la gala lírica en petit comité la elección de tres directores musicales para la orquesta en el futuro „ya que crecerá en versatilidad y permitirá abrir el repertorio„, y en la recogida del premio recibía el aplauso cariñoso del público por el galardón al espectáculo dirigido por él mismo.

Fue una gala en la que el coqueto Teatro Campoamor contó con las actuaciones de la gran mayoría de los premiados: el moscovita Dmitri Tcherniakov fue el mejor director escénico; el barítono Carlos Álvarez se alzó con el galardón al mejor cantante masculino; el premio en la categoría femenina fue para la soprano sueca Iréne Theorin; la cantante revelación fue Miren Urbieta; Alejandro Roy fue premiado como mejor intérprete de zarzuela y el barítono Christian Gerhaher recibió el premio en la nueva categoría al mejor recital.

La gala se cerró con una inesperada actuación del tenor catalán Jaume Aragall, que recibió el premio por toda su trayectoria profesional.

Fue una gala bien llevada, sencilla pero efectiva, presentada por José Manuel Zapata y Bibiana Fernández.

Además, contó con la participación de la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo y la Oviedo Filarmonía. El público, que abarrotaba el teatro, se rindió ante las interpretaciones y pidió calor a estos premios que se han consolidado como los más importantes de España en su género.