No hacía falta ni trajes largos ni corbata. El Palau de Les Arts Reina Sofía abrió ayer sus puertas a Valencia. Más de 5.000 personas se adentraron sin coste alguno en las entrañas de la gran infraestructura blanca que reina en el viejo cauce del río Turia. Con música de la Bohème, sus visitantes recorrieron lugares como la platea de la Sala Principal o el imponente Auditorio. Pero también, y como contraste, pudieron obsevar la otra cara del Palau: los andamios que rompen con el claro del trencadís y que a día de hoy continúan reparando una obra por la que los valencianos han pagado ya 478,5 millones de euros. Ayer no se veían obreros trabajando, pero sus huellas reflejaban el coste de una época que «puso a Valencia en el mapa».

Si precisamente el año pasado por estas fechas los visitantes de la anterior jornada de puertas abiertas lamentaban el estado de la cubierta „con el trencadís desprendido„, en esta ocasión apoyaban este tipo de iniciativas, aunque sin olvidar los sobrecostes de la obra de Santiago Calatrava.

«A día de hoy sigue lleno de andamios y se cae la pintura. Ya que nos ha costado tanto a los valencianos, por lo menos podrían darnos descuentos», proponía ayer una asistente, Rosa Saíz, sentada en la platea. Su pareja, Enrique Brisa, la apoyaba: «Deberían abrir más veces las puertas porque da pie a que venga más gente, aunque los precios deberían ser más asequibles destinados también a un público medio».

Fomentar las ganas de ir a la ópera, mostrar a los valencianos qué se esconde dentro del Palau y apostar por la cultura son algunos de los objetivos de este tipo de jornadas de puertas abiertas. De hecho, ayer, el Teatre Martín i Soler acogió dos recitales gratuitos a cargo de los artistas del Centro Plácido Domingo.

«Vale la pena venir. Sabemos que ha habido un sobrecoste excesivo, pero ahora ya no se puede tirar, así que hay que aprovecharlo», comenta Pep Devís, vecino de Valencia, en la primera visita que realiza al Palau. «Ya impone viéndolo vacío y sin música. Sólo imaginarme cómo será escuchar una ópera aquí ya me impresiona», describe Mario Martínez en el Auditorio.

Este año han sido varias las novedades que han motivado un aumento de las visitas. A pesar de que el año anterior también pasaron 5.000 personas por sus instalaciones, este año 4.200 visitaron directamente el Palau. A la cifra del año pasado se llegó gracias a los conciertos gratuitos con aforo para 3.000 personas, sin embargo, este año la motivación principal ha sido conocer la obra por dentro. Espacios tan emblemáticos como la Sala Principal, las Terrasses de les Palemeren que sirven de acceso al Auditorio o el Balcó de la Mar, con vistas a toda la ciudad de las Artes y las Ciencias, se abrieron

Asimismo, las taquillas del teatro permanecieron abiertas esta jornada con motivo de la venta general de entradas y pases para la pretemporada, que incluye en su programación la ópera La Bohème, la zarzuela Katiuska, la cantata de Mozart Davidde Penitente, un recital de Fabio Biondi y un concierto con obras de Berlioz.