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Entrevista

Tomás Llorens: "La situación del San Pío V es una total vergüenza"

«El IVAM no se ha hecho para los artistas, sino para los valencianos»

Tomás Llorens: "La situación del San Pío V es una total vergüenza"

Si el poder valenciano tuviera en consideración a sus mentes más privilegiadas, Tomás Llorens sería asesor perpetuo del Consell en materia cultural, con independencia del color político. Sin embargo ninguno de los actuales gestores ha consultado nada a uno de los mejores expertos en arte moderno del mundo y conocedor exhaustivo de las administraciones públicas y de los mejores centros privados. El jueves recibió el último de los premios, fue uno de los «Valencianos en la Onda» que otorga Onda Cero Valencia.

¿Profeta en su tierra?

Eso lo tienen que decir los demás.

¿Ha hablado con el presidente de la Generalitat, últimamente?

No.

¿Pero se conocen, no?

Sí, lo conozco de hace tiempo.

¿Con el conseller Marzà?

No lo conozco.

¿Y eso que es de Castelló?

No lo sabía. Bueno le saludé en una exposición en el IVAM. Bon día!, y ya está.

¿Preveía el cambio político?

El final del PP era previsible. Había mucho deseo, aunque el perfil político concreto del gobierno que se formó tras las elecciones no era tan previsible, porque podía haber sido cualquier otra cosa.

¿Qué espera en materia cultural de los nuevos gobernantes?

Que hagan cultura pensando en los ciudadanos y no en los grupos de profesionales que quieren vivir de la cultura.

Por tanto, ¿el gobierno del PP se plegó a esos grupos?

El gobierno anterior hacia una política cultural pendiente de sus amigos, que es lo peor que se puede hacer. El peligro que tiene el gobierno actual es continuar en una linea parecida, aunque los amigos sean diferentes.

¿Por qué los cambios de gobierno alteran tanto al mundo de las artes?

La profesionalización de la cultura en Valencia depende mucho de las administraciones públicas, porque el consumo cultural fuera de las instituciones es muy escaso.

¿Falta de una burguesía valenciana culta?

Valencia siempre tuvo una burguesía pequeña y pobre.

¿Agraria?

Eso es casi una contradicción.

¿El IVAM puede recuperar su prestigio?

No me importa el prestigio de los museos. En el mundo del arte contemporáneo el prestigio lo hacen los mismos agentes que manejan el mercado.

¿Se puede mantener un museo vanguardista público que pueda competir con los centros privados de arte?

En términos absolutos, el presupuesto de un museo no es una cosa prohibitiva para ninguna administración pública. En cambio sí lo es adquirir obras importantes para una colección. La mayor parte de las iniciativas de tipo museístico del sector privado cuentan con presupuestos bajos. Debería ser posible tener un museo que ofrezca a los valencianos exposiciones y otras formas de conocimiento del arte moderno histórico. Ese era el proyecto inicial del IVAM.

¿Es el peor momento en la trayectoria del IVAM?

No lo sé€

¿Sería conveniente un pacto cultural para que el director del IVAM y el resto de instituciones culturales quedarán fuera de los vaivenes electorales?

Es la primera necesidad. Se ha conseguido en el Prado, en el Reina Sofía, en el Thyssen. Si se ha conseguido en Madrid, con un pacto de los principales partidos políticos, no sé porque no se puede en Valencia. Bilbao, por ejemplo, también lo ha conseguido. Incluso en buena medida en Barcelona, donde las instituciones culturales están más condicionadas políticamente. No sé porque en Valencia el mundo de la cultura vive pendiente de los cambios de partido político. Es una patología específicamente valenciana que supongo que se curará sin mucho tardar.

La mayoría de aquel primer equipo del IVAM ha tenido una trayectoria internacional cuando dejó el museo.

Eso no es tan importante. Lo importante es que el IVAM llegue al público y que tenga un número de visitantes como Bilbao, o más. Que los valencianos encuentren fácil acceso la escultura de Julio González, pero también a la pintura de Miró, Picasso, y a aquello que fue la aventura de la modernidad en el siglo XX. Eso es diferente de ser una «kursale», es decir un lugar donde exponen los artistas vivos. El IVAM no se ha hecho para los artistas, sino para los ciudadanos.

Ese argumento aboca a una lucha por la audiencia, a ver quien tiene más visitantes.

El número de visitantes es importante, pero no lo único.

El museo más visitado de Cataluña es el del Barça.

Eso no es un museo. Estamos hablando de museos de cultura. El Museo del Jamón, con 14 filiales en Madrid, será el más visitado, pero de eso no hablemos, no es cultura. Aunque la audiencia es importante porque hablamos de dinero público.

¿Qué pintor le sorprende artísticamente ahora?

Hay algunos artistas que me gustan mucho. Por ejemplo Sean Scully, me ha sorprendido mucho la capilla que hizo en Montserrat, la encuentro una obra muy emocionante.

¿Qué momento creativo atravesamos?

El problema es que la producción artística está muy mediatizada por los mecanismos del mercado, incluido el mecanismo de la innovación destructiva. El mismo por el cual cambiamos de modelo de teléfono cada tres años, nos fuerza a cambiar de artista cada tres años. Eso está tan infiltrado dentro del mundo del arte que hoy es el mecanismo hegemónico. Incluso los grandes museos quieren hacer una cosa nueva, que sorprenda. Es la misma estrategia que siguen los fabricantes de productos informáticos.

Un mecanismo un poco destructivo.

Ya lo decía Schumpeter en la innovación destructiva, que es el mecanismo básico del capitalismo postindustrial. Eso condiciona mucho la vida artística. Estoy seguro que hay artistas fantásticos pero es muy difícil encontrarlos.

Los artistas jóvenes en Valencia se agrupan en certámenes de calle como Russafart o Intramurs.Me parece fantástico.

Pero son muy críticos con el modelo actual del IVAM, y la mayoría quiere marcharse de Valencia.

Eres mejor si te vas. Así ha sido a lo largo del siglo XX. El artista necesita tener unas experiencias biográficas que no pueden estar en la misma ciudad. En el caso de Valencia se ha visto más reforzada, porque ha tenido unos museos de una debilidad extraordinaria. La situación de los museos de historia del arte en España es generalmente triste.

¿Su modelo?

Vas al Museo de Bellas Artes de Sevilla, de Zaragoza y es muy triste. Quitando el trío de Madrid, Bilbao y un poco el MNAC, el resto de museos de Bellas Artes de España están abandonados. Pero de todos no hay ninguno en una situación tan lamentable como la que padece el Museo de San Pío V. Que un museo llegue al punto que no tenga ni director, ni un conservador, no ha pasado nunca. Es una vergüenza total.

¿Qué hay que hacer?

Prácticamente todo.

¿El maremágnum institucional del San Pío no dificulta la solución?

El problema no es jurídico, no nos paremos en la propiedad y la gestión. Es un museo para servir las necesidades de los valencianos. ¿Les sirve? No. Por tanto el gobierno valenciano debe hacer alguna cosa.

¿Cómo qué?

Que tenga conservadores, un director profesional por encima de la política. Los museos no deben estar cerca de la política. Un museo es un sitio donde la gente se siente a gusto.

¿No sabe quiénes son los dirigentes políticos culturales?

Pues que se aparten, que dejen hacer bien un trabajo profesional. Repito no hace falta tanto trabajo. San Pío V es la necesidad más grande para la cultura valenciana del futuro. El IVAM debe reflotarse€

€¿Se tendría que cambiar el director?

El director está ahí con un contrato de seis años, lleva año y pico, y hasta que no hayan pasado cuatro años como mínimo no estamos en condiciones de juzgar la calidad del trabajo del director, que recibió una institución que estaba enferma por dentro y herida por fuera. En toda España no ha habido ningún museo que tuviera una asociación de ex amigos. Eso no es una broma. Pero repito que lo más lamentable es el San Pío V, sin director y sin ningún conservador. En ningún sitio del mundo se lo pueden creer.

¿A Raimon tampoco le habían hecho un homenaje en Xàtiva?

Ha habido mucho tribalismo. En general, España padece un exceso de partidocracia y los partidos se han infiltrado por sitios que no les tocaba. Y están de sobra en los consejos de gestión de los museos. Igual que en la administración cultural. No les han elegido para eso.

¿Un pacto cultural?

Ser de un partido es alegrarse de las desgracias del otro.

¿Qué espera de los partidos emergentes?

Algunos tienen buenas intenciones. Ja vorem€

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