Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribunales

El lento proceso contra Schmidt

La causa contra la exintendente de Les Arts cumple once meses con el único avance de la confirmación de su imputación - La austriaca estuvo hace dos semanas en Valencia pero no acudió a ver «Macbeth» para evitar fotografías comprometedoras

El lento proceso contra Schmidt

­¿Es justicia una que funciona tan lento? Es la pregunta que deslizan las personas próximas a Helga Schmidt. La exintendente del teatro de ópera pisó de nuevo Valencia hace dos semanas. Una visita rápida de pocos días por motivos clínicos. No pasó por el Palau de les Arts, a pesar de las representaciones en marcha de Macbeth „herencia en parte de su gestión„, porque la sugerencia es que no se deje ver por la nave de Calatrava para evitar fotografías incómodas. Continúa marcada por los hechos del último 20 de enero.

Casi un año después, el proceso judicial abierto contra ella continúa en una fase iniciática, sin diligencias de calado realizadas.

Los únicos pasos notables „y que a efectos vitales no son poco„ han sido, como publicó ayer Levante-EMV, la ratificación de la imputación de la ex alto cargo al rechazar la Audiencia Provincial de Valencia el recurso que presentó, en el que se agarraba a una hipotética condición de no funcionaria para tumbar de raíz el procedimiento.

Por lo demás, la información oficial más reciente es que el juzgado que instruye la causa (el quince), por el que han pasado tres jueces en este tiempo, está a la espera de el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional sobre el contenido de los ordenadores intervenidos.

Schmidt ha visto atenuadas, eso sí, las condiciones de su situación judicial: continúa sin pasaporte, pero ya no ha de acudir cada quince días a comisaria a dejar constancia con su firma de su presencia. Lo puede hacer ahora cada dos meses. Acude a un consulado español cerca de su residencia en Italia, donde se trasladó en julio pasado.

Sin pisar Les Arts

La antes todopoderosa gobernadora de Les Arts no ha pasado por el coliseo en su última estancia en Valencia, pero sí ha mantenido algún contacto con su sucesor en el cargo, Davide Livermore „ella lo fichó como director de escena y lo puso al frente del Centre de Perfeccionament de cantantes„, y con su viejo amigo Plácido Domingo, según ha podido saber Levante-EMV.

A pesar de la ratificación de la imputación „sobre las espaldas de Schmidt pesa la comisión de tres presuntos delitos: prevaricación, malversación y falsedad„, en su entorno sostienen que, en esencia, el llamado entonces como «caso Palau» (nombre que también se dio al proceso por el saqueo del Palau de la Música Catalana), está igual que el 20 de enero, el día de la detención y los registros. «Un sainete que indigna», zanjan.

La exintendente y su defensa han mantenido en este tiempo que de los miles de documentos incautados por la policía y el juez no se deriva la evidencia de algún uso ilegal del presupuesto del teatro de ópera.

La presencia «formal» de la gestora austriaca en el consejo de administración de Patrocini de les Arts „la empresa privada que cobró comisiones por los contratos de patrocinadores con el teatro de ópera (508.000 euros)„ sería en todo caso un presunto delito civil por vulneración de la ley de incompatibilidades, según la línea defendida por ella a partir de su reaparición pública en mayo pasado. Si figuraba en la citada firma era, además, porque la Generalitat quiso, no por deseo propio, afirmó entonces en una entrevista a este diario.

Por ahora, sin embargo, Schmidt continúa imputada, según la terminología vigente cuando se abrió el proceso.

La veterana gestora fue sacada de la cama a primera hora del 20 de enero por agentes para trasladarla al Palau de les Arts y proceder en su presencia al registro de su despacho y otras dependencias.

La actuación judicial, producida tras la denuncia presentada por el fiscal en base a un informe de la Intervención General de la Generalitat, tuvo rápidas consecuencias sobre Schmidt.

La entonces consellera de Educación y Cultura, María José Català, rescindía unilateralmente el contrato de la intendente tres días después de los registrosy designaba a Livermore para el cargo.

Helga Schmidt ha contado en este tiempo con apoyos en el mundo de la lírica. En especial, el del director de orquesta Zubin Mehta, que ha clamado públicamente contra su situación. También entre la crítica especializada. El portal Beckmesser especulaba recientemente con que la filtración del informe (Diógenes) que activó la investigación fue una forma del departamento de Cultura de desviar la atención de otro asunto ajeno al teatro.

La Justicia acabará dictando sentencia. Mejor sería si no es tarde.

Compartir el artículo

stats