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Investigación

La caída de Císcar a los infiernos

El estallido del caso Gao Ping marcó el principio del fin del reinado omnipotente de la directora del IVAM imputada ahora por malversación - La pérdida de influencia ha coincidido en los tiempos con los problemas judiciales de Blasco, su marido

La caída de Císcar a los infiernos

­Año 2011, séptimo del reinado de Consuelo Císcar en el IVAM. La revista Descubrir el arte, que distribuía Cuadernos del IVAM y por la que facturó más de 2,3 millones sin licitación pública en ocasiones, premia a Císcar y un por entonces probo galerista chino llamado Gao Ping.

La estampa sintetiza la gestión de la entonces directora del museo „por la mezcla de intereses públicos y personales„ y se puede considerar su última burbuja de gloria. Unos meses después, el empresario era detenido y acusado de ser el cabecilla de una mafia china de blanqueo de dinero. La conexión del IVAM con Gao Ping saltaba a la prensa valenciana y estatal, y el descenso a los infiernos de Císcar, cada vez con menos apoyos políticos, comenzaba.

Aquel octubre de 2012 puede verse desde la distancia como el mes horrible de la familia Blasco/Císcar. Primero él, Rafael Blasco, se veía obligado a dimitir de portavoz del PP en las Corts „último cargo orgánico que ocupaba el exconseller, hoy en prisión por el saqueo de los fondos de Cooperación„; luego Gao Ping era detenido por mafioso y trascendía que el IVAM le había comprado 63 fotografías por más de 440.000 euros y había colaborado con él en exposiciones en las que también participaba el director de Descubrir el arte, Rafael Sierra. Los círculos se iban cerrando.

Por supuesto, hubo viajes al país asiático, préstamo de obras del IVAM y su necesario transporte y custodia, aspectos todos que están en investigación por el juzgado de instrucción 21 de Valencia „el mismo que llevó el caso Cooperación„ y por los que Císcar, cuatro de sus subdirectores y un empresario de transportes y viajes han sido imputados esta semana.

Hasta entonces, la gestión de la directora había sido puesta en cuestión por poco transparente e incoherente „de la muestra de un peluquero a la de una exdirectora de RTVE„, pero nada pasaba de ahí. Ella contraatacaba incluso con una lista de 101 nombres bien conocidos del arte en su apoyo.

Por esos tiempos había saltado a la prensa „Levante-EMV lo publicó„ las exposiciones del hijo de Blasco y Císcar (Rablaci) en Asia en cuyo desarrollo se entremezclaban colaboradores del IVAM. Es el caso de María Cruz Alonso, delegada de la SGAE en China que ayudó en un convenio del museo con Shanghai y participó en catálogos y muestras en Valencia. Ella fue la promotora que llevó a Rablaci a la embajada española en Tokio y, para cuadrar el círculo, colaboraba con Miguel Sazatornil, cuyos contratos sin licitación con el IVAM (213.000 euros percibió en total) como delegado están ahora dentro de la investigación judicial.

La presencia de Císcar en 2011 en Ushuaia (Argentina) como coordinadora de la Bienal del Fin del Mundo aportando obra del IVAM o su participación (2010) en la Trienal del Caribe (Santo Domingo) dan cuenta del afán expansionista cuestionado entonces y ahora investigado.

En este último certamen presentaron obra Rablaci y Julio Quaresma. Este arquitecto formó vendió una pieza al museo que ahora forma parte del sumario al considerar un valorador externo que hubo un sobrecoste del 1.500 %.

Entre el caso Gao Ping y la apertura de diligencias contra Císcar media un periodo de progresiva pérdida de influencia. Se vio en la politización del consejo rector del IVAM firmada por Lola Johnson y en el asedio de María José Català a las cuentas.

Semanas después de celebrar los 25 años del museo, Císcar se iba (¿destitución encubierta o dimisión?). Un mes después, su marido era condenado y casi simultáneamente el Consell iniciaba una investigación sobre la gestión económica del IVAM. El resultado es el demoledor informe de Intervención que hoy mueve las ruedas de la Justicia sobre su gestión.

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