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Entrevista

Antonio de Felipe: "Soy el referente actual del arte pop en España, le pese a quien le pese"

Se sintió «herido» con el rechazo de los galeristas cuando Camps le compró obra para el IVAM - «La política me da mucha pereza», apostilla el artista

De Felipe, junto a su particular «Beso»en la galería Thema. g. caballero

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­Han pasado 26 años desde su primera exposición, precisamente en Thema, galería a la que ahora vuelve Antonio de Felipe para cerrar el círculo en una relación compleja con su ciudad: en la mochila están los elogios y compras de Camps para el IVAM, y también la fricción con los galeristas valencianos. El pintor vuelve al nido con su serie Graffitipop para defender el concepto que ha marcado su obra.

¿Por qué el graffiti?

Porque me nutro, como artista pop, de todo lo que nos rodea. Ha sido la serie que he pintado con más ganas. En Madrid me dijeron que les había vuelto a sorprender y eso es genial para alguien como yo, que tiene unos iconos muy identificables. Hay que correr riesgos.

Una crítica habitual al «pop art» es que siempre reproduce los mismos modelos.

Depende del artista. He estado en Miami y he aprendido a perderle el miedo al exceso, pero al mismo tiempo les ofrecí una visión más europea, de tradición pictórica. Mi obra tiene un discurso, cada obra tiene una historia.

¿Cuál es el discurso?

En este caso reivindicar el arte urbano. Tardé cuatro años y en realidad la obra es un sismógrafo emocional. Estoy en un momento de madurez artística y he perdido miedo a mostrarme. Hasta ahora nunca había hecho autorretratos ni hablado de ciertos temas por pudor.

¿Cree que siempre está en lucha contra prejuicios en torno a su disciplina?

Los hay (prejuicios) sobre el pop. Yo me he atorretratado en uno de los cuadros como un obrero porque así me considero, un obrero del arte.

Dentro de un género que se considera especialmente frívolo.

No soy un artista pop a la antigua usanza, algunas de mis piezas rozan el hiperrealismo. No es un pop fácil.

¿Cómo anda su relación con Valencia?

La gente piensa que no quiero exponer aquí, pero es que no surge la posibilidad. El año pasado estaba prevista una muestra de mis veinticinco años que me hacía mucha ilusión y al final me dijeron que no.

¿Se siente considerad0 en casa?

Me siento muy querido por la gente. Pero es cierto que así como en Casa de Vacas (Madrid) me ponen facilidades porque saben que soy un artista emblemático, en Valencia tengo muchos adeptos pero también detractores.

¿Es la factura de la polémica por las compras de Camps? ¿Cómo recuerda aquello?

Me hirió mucho. Se me estaba atacando gratuitamente. Los galeristas mandaron un comunicado diciendo que yo era el peor artista de la Comunitat Valenciana y que mi obra carecía de ingenio y técnica. Acepto que mi obra te guste o no, pero decir que carezco de ingenio y técnica no te lo paso. Creo que fue un ataque de rabia. Sigo aquí y, le pese a quien le pese soy, de alguna manera, el referente actual del pop en España. Eso hay gente a quien le genera envidia, pero es ajeno a mí, yo me dedico a pintar y el tema político... Mira, la próxima exposición la tengo en Martorell y no sé quién gobierna allí, y me da igual porque los artistas estamos al margen, lo que pasa es que a veces nos salpica.

Pero dice que su obra tiene discurso y que se empapa de lo que le rodea. ¿La política no entraría en eso que le rodea?

Pero me da mucha pereza.

No pintaría ahora a Camps.

No, a los políticos no. Ni siquiera a Obama o a Kennedy, que son iconos pop. Es un mundo que no me despierta curiosidad.

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