¿Es posible sufrir una crisis a los 25 años? Mucho se habla de la de los 40, pero, al parecer, los más jóvenes también padecen su momento crucial al pasar la barrera del cuarto de siglo.

Así lo asegura al menos el valenciano Javier Rumí, responsable de la webserie La crisis de los 25. «Es un momento en la vida en el que te das cuenta de que tienes un cuarto de siglo y prácticamente no has hecho nada que valga realmente la pena. Sobre todo a nivel laboral, pero también puede afectarte un poco en lo personal si ves que, sentimentalmente, eres un desastre» explica Rumí, guionista, director, montador, actor y productor de la ficción. «Más de autor, imposible«, dice.

El primer capítulo se emitió en su canal de YouTube el pasado 20 de octubre. Este mes emitirán el sexto y último de la primera temporada.

La crisis de los 25 surge de la experiencia de Rumí como captador de socios para una ONG, en la que trabajó durante un año. «Descubrí un mundo que la gente ni se puede llegar a imaginar. Cada día surgen anécdotas e historias de todo tipo. Es un trabajo durísimo porque los jefes te someten a una presión altísima y, para colmo, la gente te rechaza y te rehuye continuamente», asegura. Así, la webserie narra la historia de un joven captador de socios que, «a punto de cumplir los 25 años, toca fondo y decide hacer algo con su vida. Cada capítulo es un intento de ser bueno en algo, y cada capítulo es un pequeño fracaso. Además, tiene unos amigos muy especialitos que no le ayudan en nada, pero que le ayudan a matar el tiempo», explica.

Cómo hacer lentejas

Tras pasar esta barrera del cuarto de siglo „según Rumí„ «percibes que empiezas a estar algo mayor para según qué cosas. Sabes que todavía eres joven, pero notas que la gente que te rodea en tus bares habituales es cada vez más joven. Las resacas se alargan y empiezas a valorar eso de quedarte en casa tranquilito». «Es como un periodo de transición entre la juventud y la adultez, un cambio de chip progresivo. Según mis cálculos, la crisis de los 25 llega cuando buscas en Google 'cómo hacer lentejas caseras'», apunta.

La webserie es íntegramente valenciana, en equipo técnico y elenco artístico. Y casi todos, claro, son de la «hornada» de 1990: «De ahí el componente generacional de la serie», dice Rumí, quien está detrás de la productora Diodo Media, junto a sus compañeras Alicia Medina y Marina Sanjuán.

Con un «presupuesto cero» para esta primera temporada, Rumí adelanta que le gustaría buscar financiación para «poder pagar a los actores, si hubiera una segunda». Los canales que estudia son «crowfounding, product placement,... todos esos conceptos en inglés de los que hemos oído hablar», sostiene.

En esta primera temporada, Rumí comparte algunos planos con caras conocidas de la televisión. Los valencianos Carlos Medina, concursante de Top Chef, y Jesús Manzano, guionista de El hormiguero, hacen de sí mismos en sendos capítulos. También hace un cameo el rapero valenciano Soen, bicampeón nacional de Batallas de Gallos (estilo libre).

Pero Rumí lanza una mirada poco optimista hacia su sector. «En el audiovisual valenciano o montas una productora o lo tienes muy difícil. Echas un vistazo a tus compañeros de promoción de audiovisuales y es desolador. A los pocos que les ha ido bien ha sido porque se han largado a Madrid o fuera de España, y luego hay una gran mayoría que está trabajando en otra cosa que no tiene nada que ver. Por no hablar de la gente que se ha quedado en el paro con más de cuarenta y pico o 50 años. Ahí está el verdadero drama», lamenta.

El «ejemplo» de Cinema Jove

El reciente anuncio de Cinema Jove de incluir una sección propia para las webseries ha sido, como era de esperar, bien recibida por el equipo de La crisis de los 25. «Ha sido un alegrón porque las webseries tienen muy pocos festivales a los que presentarse, y que un festival, además valenciano, tenga en cuenta el formato siempre es bueno», asegura Rumí. «Ojalá esto sirva como ejemplo para otros festivales porque hay gente muy buena en España haciendo webseries y es una pena», lamenta.

En esta línea, añade que «todo reconocimiento o mención contribuye a que la webserie llegue a más gente y eso puede facilitar que el público y las grandes productoras vayan conociendo más a los jóvenes directores. Así es más fácil que estos puedan acceder algún día a proyectos con mayor de presupuesto y se regenere un poco el audiovisual español». «Nosotros nos vamos a presentar, por supuesto, si no sería para matarnos», concluye.