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La serie de La 1 despidió el jueves su 17º temporada con una trama que más cerca de la actualidad que nunca. El último capítulo hizo, aunque sin querer, un claro guiño a la noticia que desde hace varios días ocupa parte de todos los medios, ya que en el episodio se cifraba en siete billones de pesetas la evasión fiscal existente en España desde la Transición a febrero de 1985.

A raíz de este detalle en la trama, las redes sociales hirvieron ayer entre la indignación de algunos espectadores y la nostalgia de otros, a causa del sabor a despedida que desprendió el último capítulo a causa de la incertidumbre que sufre la serie estos días.

Lo cierto es que la dirección de RTVE tiene un dilema, pues tal y como ya avisó el Ministerio de Hacienda a la cadena pública, la continuación de la producción supondría un «grave problema ético» para RTVE, ya que sus protagonistas, Ana Duato e Imanol Arias, están acusados por la Fiscalía Anticorrupción de haber evadido 2,4 millones de euros. En concreto, Arias habría defraudado 1,6 millones y Duato 800.000 euros, a través de un entramado societario para evitar tributar en España.

Ambos tienen embargadas sus cuentas bancarias, como también la productora de la serie, Ganga Producciones S.L., que administra el marido de Ana Duato, Miguel Ángel Bernardeau. El consejo de administración de RTVE se reunirá el próximo 26 de mayo para decidir el futuro de la serie.

Éxito en parrilla

A pesar de los rumores y las noticias que han salpicado a los protagonistas, la serie mantiene su audiencia intacta, a base de un público fiel desde hace 17 años, hasta el punto de convertirse en la serie española más exitosa de la historia. De hecho, el último capítulo de la temporada gozó de un 19,2% de share con 3,5 millones de espectadores, y contó con el beneplácito del público.