El futurismo y la psicodelia tomaron ayer la plaza del Ayuntamiento de Valencia de la mano de los artistas Soren Evinson y Charlie Hope, el tándem artístico que conjuga ATOEWEFTR, la marca con la que estos artistas instalan espacios que buscan la experimentación sensorial de los visitantes más curiosos.

El festival 10 sentidos trae esta instalación al centro neurálgico de la ciudad dentro de su quinta edición, con la que pretende culminar «la gran experiencia caótica que plantea el festival», tal y como reconoce su directora artística Meritxell Barberà. 10 artistas valencianos, entre los que se encuentran actores, bailarines y artistas plásticos, realizarán dos actuaciones cada tarde en la instalación. Hoy se realizarán a las 19 y a las 20.30 horas, y se podrá acceder de manera gratuita hasta cubrir el aforo.

Unos cuantos metros de plástico, una máquina de humo y unas luces blancas parpadeantes han bastado a estos artistas para construir un páramo futurista totalmente ajeno a la realidad. «Es una completa experiencia psicodélica, aunque sin drogas», bromea Soren Evinson, artista español afincado en Londres que luce unas gafas virtuales que emiten luz con la voz durante el espectáculo. «Nuestra intención es que el visitante viva el tránsito entre lo real a lo abstracto, a la vez que reflexione sobre el entorno y cómo nos afecta», asegura el Evinson, quien no está seguro de cómo reaccionará el espectador valenciano a la instalación de ATOEWEFTR. «Es difícil pronosticar algo así. Queremos que el público tenga una experiencia hipersensorial. Es algo difícil de manejar, ya que no pasa todos los días, pero da un resultado muy positivo para la persona», explica el artista español.