El Consorci de Museus se marcha de La Gallera. Esa es la firme intención del director de la institución, Jose Luis Pérez Pont, cuando finalice el contrato de alquiler de la sala, el próximo mes de diciembre. Así lo confirmaba ayer a Levante-EMV el propio Pérez Pont. La medida, salvo que otra entidad pública o privada quisiera ocuparlo, dejará huérfano este edificio industrial del siglo XIX que un día sirvió para las peleas de gallos y que se había convertido en uno de los contenedores artísticos más originales, debido a su fisionomía, en la ciudad de Valencia.
Son los motivos económicos, explicaba ayer Pérez Pont a este diario, los que empujan al Consorci a abandonar un espacio en manos privadas. «Actualmente la Generalitat paga 38.000 euros solo por el alquiler del edificio y en 2015, entre el mantenimiento y dotarlo de contenido, se invirtieron allí 108.000 euros», desgrana el director del Consorci, quien dice que esa cifra supone «un disparate» para el presupuesto que maneja la institución que él dirige desde hace unos meses.
Fue con el recorte presupuestario que derivó del último ajuste impuesto por Madrid cuando Pérez Pont encargó un estudio económico de este espacio. El tijeretazo sobre el presupuesto en ejecución hizo que se tambalearan las exposiciones previstas para el resto del curso por el Consorcio e hizo saltar la alarma del nuevo director. Al comprobar el coste de La Gallera tomó la decisión de abandonarla. «Creo que es un recinto maravilloso, como no hay otro en España, pero el Consorci es una institución que abarca también Castelló y Alicante y tenemos la obligación de repartir los recursos», subraya Pérez Pont, recordando que en la ciudad de Valencia el Consorci ya cuenta con el Centre del Carme.
La pregunta que surge ahora es si algún organismo, público o privado, querrá sacarle partido a este edificio dodecagonal situado en la calle Aluders. La decisión del sus actuales inquilinos parece firme «tras haber invertido muchísimo dinero» en ese espacio durante los últimos años, insiste Pérez Pont, quien añade que ya trasladó en su momento la decisión a los responsables de la conselleria de Cultura. Falta, únicamente, transmitírselo a los propietarios del edificio.
Tampoco parece que el ayuntamiento tenga la intención de utilizarla como sala de exposiciones; al menos eso le transmitieron al director del Consorci responsables municipales en una reunión, puesto que el consistorio ya tiene cubierto el cupo de espacios expositivos. Por el momento, la sala cuenta con programación para el último trimestre del año, momento en el que se quedará previsiblemente vacía.
Hasta ahora, este edificio de tres plantas servía, dada la singularidad de su forma, para intervenciones artísticas muy concretas, como la que realizó Greta Alfaro el pasado mes de abril. Entonces, en una acción que sirvió de despedida del anterior director del Consorcio, Felipe Garín, la artista reunió a unas doscientas personas para destruir 1.400 copas llenas de vino.
