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Promesas del escalafón menor

El albaceteño y el hidrocálido fueron los triunfadores de las dos ferias más importantes de los novilleros y pusieron en alza su nombre

­Un sevillano en Las Ventas de Madrid dejó huella el día de su presentación. Pablo Aguado dio una vuelta al ruedo el 3 de abril 2016 tras imponerse a un encierro infumable de Hermanos Sánchez Herrero. Llamó la atención su corte puro y clásico. Durante la Feria de Otoño, Aguado jugó sus cartas y destacó por su comprometida y seria imagen a pesar de que se libró de la cornada en la salida del quinto novillo, un sobrero de Ave María, que recibió en los medios de rodillas. Criado en La Capitana, finca de la ganadería de Luis Algarra, hierro con el que se presentó en la Maestranza como novillero con caballos en 2015, donde dejó buen sabor al natural. Este año, sin embargo, toreó dos tardes en Sevilla y cortó una oreja el día del Corpus tras mostrar una versión enrazada y arrolladora en un festejo que reunía a tres novilleros sevillanos.

En la plaza de Bilbao impresionó e interesó en una floja novillada de José Cruz por su elegante concepto y en Albacete, con una novillada de Guadaira, demostró gusto y buenas maneras y confirmó que su proyección no es casualidad. El novillero hispalense, de veinticinco años de edad, sueña con que le doctore en tauromaquia José Miguel Arroyo, «Joselito», en La Maestranza, aunque los dos toreros que más le han marcado han sido Curro Romero y Morante de la Puebla. Con la decisión y el hambre que caracteriza a los novilleros, Aguado ha dejado esta temporada sensación de torero cuajado. La falta de habilidad con el estoque y el descabello le ha hecho perder numerosas orejas. A pesar de que un novillo de El Retamar le arrancó la vena safena del gemelo izquierdo la temporada pasada en Cadalso de los Vidrios, el sevillano no ha perdido un ápice de su personalidad y estética, todo lo contrario; su proyección es constante.

Diego Carretero es otro a los que habrá que tener en cuenta. Debutó con picadores en Hellín. El albaceteño impactó en Algemesí, donde marcó diferencias con el resto de noveles. Realizó una faena profunda, de notable ligazón y sometimiento a un excelente ejemplar de Alcurrucén, el mejor del serial, «Afanado», número 1, colorado ojo de perdiz, que embistió con temple por el pitón izquierdo desde su salida y tuvo como virtudes la clase y la transmisión. La joven promesa albaceteña cortó dos orejas a un novillo de Pedraza de Yeltes de vuelta al ruedo en una novillada concurso en el coso del Plumaçon de Mont de Marsan, que le sirvió para que le acartelaran en el palenque de La Ribera y Arnedo, donde no salieron las cosas con una novillada de José Escolar. El día de su presentación en Las Ventas el 19 de junio con utreros de Gabriel Rojas dejó una buena impresión por su concepto y actitud y se le llegó a pedir la oreja. Asimismo, en Albacete no tuvo suerte. Carretero, que está estudiando un grado superior en Veterinaria, es de Hellín pero vive en Alicante junto al matador de toros Luis Ribas, que le abrió las puertas de su casa hace tres años.

Valadez, zapato de oro

El hidrocálido Leo Valadez, apoderado por la Fusión Internacional por la Tauromaquia, ganó el Zapato de Oro en Arnedo con una buena novillada de Baltasar Ibán y se convirtió en el primer mejicano en obtener dicho galardón. Cortó las dos orejas a un encastadísimo «Bastonito» en el último festejo de la feria, que pedía una muleta exigente y dominadora. También fue capaz de salir a hombros del coso de la calle Xàtiva este año en el festejo en honor a la Virgen de los Desamparados al cortar dos orejas a un utrero de Zacarías Moreno. En la plaza San Marcos de Aguascalientes, en el segundo festejo de la feria de Las Calaveras, Valadez cortó solo una oreja en su corrida en solitario -estoqueó siete novillos-. El mejicano ha terminado la temporada europea con quince festejos y veinte orejas a sus espaldas y se postula para tomar la alternativa la próxima temporada. Por último, Andy Younes sorprendió en la Feria de Fallas por su personalidad, verticalidad y valor y con la baza de la puerta grande lo apoderó Simón Casas, empresario de Valencia y Las Ventas, y, por ende, entró en las ferias más importantes. La esperanza francesa del momento se desinfló durante la temporada pero volvió a coger aire en el último tramo del curso, donde cortó tres orejas en Algemesí y finalizó la temporada cortando dos orejas en la Feria del Pilar de Zaragoza a un novillo de El Cahoso-Los Chospes. Francia puede tener otro torero.

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