El Verdi más difícil de encontrar en auditorios y menos conocido llega al Palau de les Arts con I vespri siciliani. Este título será el que abra el próximo sábado 10 la temporada lírica en el coliseo valenciano, bajo la dirección musical de Roberto Abbado y la escénica del propio intendente de la ópera, Davide Livermore.

Para el regista de Turín esta obra, estrenada el 13 de junio de 1855 en París, resulta «fundamental para entender a Verdi». Livermore destacó en esta línea «la defensa de la patria, el conflicto paterno-filial y el dilema interno entre obligación y sentimiento» que propone este título.

El intendente hizo hincapié ayer durante la presentación de la ópera „acompañado de Abbado y el elenco„ en la dificultad escénica y vocal de la obra, que cuenta además con un ballet en el tercer acto, como era costumbre en las óperas francesas.

Abbado se sumó a las palabras de Livermore y señaló que esta es una «opera maestra» de Giuseppe Verdi. «Es una gran ópera por su estructura en cinco actos. Verdi hace un trabajo impresionante; busca pintar un fresco histórico». El también director musical de Les Arts añadió que la ópera (que se volverá representar los días 13, 16, 18 y 21) «cuenta con una orquestación excelente, en la que destaca una gran variedad melódica con momentos de inmensa majestuosidad».

De 1282 a la actualidad

I vespri siciliani se basa en los hechos históricos ocurridos en Palermo en 1282, cuando el levantamiento del pueblo siciliano contra la ocupación gala acabó con la matanza de las tropas francesas. Aunque el relato verdiano hace alusión a un hito italiano, Livermore aseguró que la producción que se verá en Les Arts recupera ese «grito a la libertad» y lo trae a la actualidad. «El análisis terrible de la sociedad que hace Verdi no solo refleja la época del siglo XIII, el momento en que se sitúa la obra, sino que adquiere sentido en el siglo XIX, la época en que se pública, e incluso mantiene su actualidad en nuestros días ya que todas estas sociedades están marcadas por la necesidad de libertad y de reaccionar contra la tiranía». Esta, en opinión de Livermore, «existía tanto en los siglos XIII y XIX, con invasiones y dictadores, y en nuestros días esta representada por una clase política que vive por su interés particular, con unos medios de comunicación al servicio de poder y no de la verdad».

Para hacer más evidente la vigencia del mensaje de Verdi, en esta ópera „una coproducción con el Teatro Regio di Torino y la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera„ Livermore ha empleado momentos de la historia reciente (de los últimos 30 años) y estampas de la actualidad que respaldan que se trata de «una obra atemporal, donde se defiende la libertad y la patria en el sentido de unidad del pueblo». Ejemplo de ello es la alusión a la heroicidad del juez Giovanni Falcone, asesinado por la mafia en 1992; la ambientación de discusiones de los personajes en una convención política o los falsos amores en un plató de televisión. «Esta ópera habla de nosotros hoy, no del siglo XIII», sentenció.

Les Arts con las Fallas

Livermore quiso además dar su enhorabuena por la reciente declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad y avanzó que desde el coliseo están estudiando la forma de adherirse a la celebración.