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Una reina agradecida

«The Fairy Queen»

conservatorio superior de música «joaquín rodrigo» (valencia)

De Henry Purcell. Int. Cantantes del Master de ópera y del Grado Superior de Canto, Coro, Orquesta y Ballet del Conservatorio. Directores: Ofelia Sala, Gloria Fabuel, Araceli Bergillos y Ramón Ramírez.

Purcell fue el más importante compositor del XVII inglés y casi 400 años después, tanto The Fairy Queen como Dido y Aeneas o The Indian Queen siguen representándose. Lo más relevante de esta Reina de las Hadas fue el entusiasmo de cantantes, bailarines, orquesta, coro, maestro, figurantes und alter€.lo cual sirvió para que, a pesar de la larga duración de la obra, el ritmo no decayera y se sustentara el efecto de continuidad. Chapeau!

Aunar cantantes y orquesta en el mismo nivel de escenario tiene sus riesgos y exige pericia del maestro y máxima atención de los cantantes. Ramón Ramírez volcó mucha maña para conducir a sus excelentes músicos y estar al quite de cualquier eventualidad. Raudo y veloz, salvó algún que otro momento delicado. Quizá, en otros pasajes, la orquesta debió ajustar volúmenes como deferencia a las voces.

El esfuerzo de muchas semanas de los cantantes del Master de Interpretación de Ópera y del Grado Superior de Canto fue compensado con creces. No sólo por las ovaciones del público sino por lo que esta experiencia «en vivo» podrá aportarles para su futura carrera. Gran trabajo ya que The Fairy Queen no es una obra «agradecida»€ cualquier título romántico o bel canto, los hubiera acercado „de otro modo„ al singular pero enriquecedor mundo de la lírica.

En cuanto a la escena, ese no parar, ese ir y venir de un supuesto ballet de saltimbanquis, que se movían sin bailar ni escuchar el ritmo de la música, resultaron en solitario o con las voces, un estorbo para el oído y la vista. Algo a corregir para el futuro: colocar a los cantantes en el fondo de la escena hace perder al menos un 50 % de la proyección de la voz y es un empeño errado de muchos directores de escena.

Todos dieron lo mejor de sí mismos. Imposible no rendirse ante la línea de canto de Victoria Pérez, el color de Kristina Dovidaitis, o la entrega de Alberto Martínez. Siempre seguros Abramian, Montesinos, Ballesta, Campoy, Viytiv, Sheypak y Sánchez colaboraron a que el escrupuloso trabajo de Ofelia Sala y Gloria Fabuel quede en la memoria del Centro.

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