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Fotografía

La falsa historia del fotógrafo Ximo Berenguer

El IVAM se apunta a la posverdad artística al colaborar con Joan Fontcuberta en el «fake»

La falsa historia del fotógrafo Ximo Berenguer

El supuesto fotógrafo valenciano Ximo Berenguer nunca existió. Es un invento de Joan Fontcuberta que ha contado con la inestimable colaboración del IVAM. El engaño de Fontcuberta (Premio Nacional de Fotografía en 1998 y Premio Nacional de Ensayo en 2011) fue tan meticuloso que hasta que él mismo lo desveló, nadie puso en duda la credibilidad del personaje inventado.

Primero inundó la red de referencias sobre Ximo Berenguer, con entradas incluidas en la Wikipedia, noticias falsas, artículos académicos e incluso entrevistas radiofónicas.

Fontcuberta construyó al personaje Berenguer como un fotógrafo valenciano, muerto prematuramente, pero con una obra documental única sobre el mítico cabaret barcelonés El Molino, que fotografió gracias a la influencia de su amente, el coreógrafo cubano Negrito Poly que le abrió las puertas de aquellos camerinos secretos.

Fue tanto el empeño de Fontcuberta en la farsa que hasta consiguió libros de familia del archivo de Picanya, donde supuestamente había nacido Ximo Berenguer, para hacerlos pasar por verdaderos. Incluso contó con la complicidad de una religiosa que aseguraba que era hermana de Berenguer y además era la responsable de custodiar los 15.000 negativos que se le atribuían.

Cómo contaminar la red es fácil, el premiado Fontcuberta buscó más cómplices en el mundo del arte para legitimar la falsa historia. Así, la galería Espai Visor organizó una exposición de materiales inéditos de Ximo Berenguer que se presentaron en septiembre de hace un año en la edición de Abierto València.

La galería Fernando Pradilla de Madrid también colaboró en la ficción con una exposición de Berenguer comisariada por la valenciana Mira Bernabeu. Y la editorial RM, especializada en fotolibros, publicó A chupar del bote, una antología fotográfica de Berenguer sobre El Molino.

Fue en la presentación del libro, el pasado 15 de junio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, cuando Joan Fontcuberta, sentado entre el público, reveló que Ximo Berenguer era un fake y que las fotografías eran en realidad suyas.

La complicidad del IVAM

El IVAM adquirió 6 fotografías de Ximo Berenguer para su colección con «absoluto conocimiento de que se trataba de un proyecto de Joan Fontcuberta», aclaró ayer. Incluso explicó que «los miembros del Consejo Asesor y del Consejo Rector del museo refrendaron la propuesta de adquisición», tras ser informados de que se trataba de un proyecto fake del artista catalán.

El fake es la posverdad en arte, o sea un engaño, un bulo, una manipulación, una falsedad. Una disciplina que tuvo un origen mordaz con la mítica adaptación radiofónica de «La guerra de los mundos» de Orson Wells, y un cuerpo teórico con el libro Fake! de Clifford Irving. Luego, algunos oportunistas se subieron al carro, y en la era de la digitalización confundieron la red con la realidad.

El IVAM se apuntó a la posverdad artística con la exposición «Fake. No es verdad, no es mentira» que exhibió de octubre a enero. Tanto Fontcuberta, como el comisario de la muestra José Luis Marzo, propusieron organizar el fake de Ximo Berenguer. El museo aceptó, que contó con la colaboración de la Facultad de Bellas Artes y la de Historia del Arte. Había intención pedagógica, demostrar que todavía es posible manipular la realidad y crear historias falsas.

Irving, el escritor adorado por los seguidores de lo fake, publicó en 1972 una autobiografía falsa del millonario Howard Hughes. Fue sentenciado a prisión por 2 años y medio, de los cuales sólo estuvo 17 meses.

En arte siempre hay que descartar las falsificaciones.

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