El verano no es sólo vacaciones, sol y playa. En estas semanas llegan a las salas blockbusters que aterrizan con el objetivo de reventar la taquilla. Les proponemos un viaje al pasado para descubrir cuáles eran los éxitos, muchos de ellos convertidos ahora en películas de culto, que se estrenaron en Estados Unidos en el verano de 1987. Hace ahora 30 años.
El chip prodigioso
Revisión del clásico de ciencia ficción de 1966 Viaje alucinante, que mezclaba humor, acción y una práctica lección de anatomía con un Dennis Quaid en su mejor momento que acababa dentro del cuerpo del cómico Martin Short. El rodaje supuso el inicio de la historia de amor entre Quaid y Meg Ryan (protagonista femenina del filme), que duró hasta 2001.
Tiburón: La venganza
La película que Michael Caine jura no haber visto (y eso que él era uno de sus protagonistas). Esta cuarta entrega de la aclamada Tiburón de Steven Spielberg buscaba la recaudación fácil en taquilla sin importar la calidad del guión. Ellen Brody, la esposa del fallecido policía Martin Brody (Roy Scheider, el héroe de la primera entrega) pierde a su hijo menor devorado por un tiburón. La mujer cree que es una venganza por los hechos del pasado y decide mudarse a las Bahamas junto a su hijo mayor y la familia de este. La sorpresa llega cuando el mismo escualo aparece en las playas de aquel paradisíaco lugar para continuar su caza. Un cóctel de despropósitos en el que hay que destacar el cartel promocional del filme: «Ahora es algo personal».
Robocop
El director Paul Verhoeven fue el encargado de traer una de las películas fundamentales del cine de acción y futurista de los 80. Un policía robótico encarnado por Peter Weller recibe una segunda oportunidad para vengar a su familia y acabar con el caos que reina en Detroit, que está en manos de la malvada compañía OCP. Tras su indiscutible éxito en taquilla llegaron dos entregas más y un remake en 2014 capaz de provocar un cortocircuito al Robocop original.
Supermán IV: En busca de la paz
El ejemplo de cómo exprimir hasta el máximo a la gallina de los huevos de oro sin importar el resultado. Esta cuarta parte fue la última vez en la que Christopher Reeve se enfundó la capa del hijo de Krypton. Una historia que tanto por la pésima calidad de su guión como por la de sus efectos especiales se quedó en las antípodas del éxito que tuvieron las dos primeras cintas de la saga.
Jóvenes ocultos
Vampiros jóvenes ochenteros. El filme de Joel Schumacher, protagonizado por Jason Patric y Kiefer Sutherland, se convirtió en todo un fenómeno de culto. La clave: adaptar los chupasangres al estilo social de una década inolvidable.
007: Alta tensión
La decimoquinta película de las aventuras de James Bond y la primera de Timothy Dalton como el glamuroso espía británico. El actor galés tomaba el testigo del carismático Roger Moore en un momento difícil para la saga tras el fracaso de la última entrega, Panorama para matar. Sin embargo, la cinta fue bien recibida por los críticos y se convirtió en un éxito de taquilla. Dalton volvería a interpretar a Bond por última vez en 1989 en Licencia para matar.
Másters del Universo
El salto a la gran pantalla de He-Man y su eterno enemigo Skeletor. El sueco Dolph Lundgren fue el encargado de dar vida al musculoso guerrero en su lucha para salvar Eternia y la Tierra de las fuerzas del mal. Se ha confirmado que en 2019 verá la luz el remake de este filme.
Atracción fatal
La tórrida historia de infidelidades y pasión protagonizada por Michael Douglas y Glenn Close se convirtió en la segunda película más taquillera del año en Estados Unidos (tras la comedia Tres hombres y un bebé) y la de mayor recaudación mundial en taquilla. Un éxito que le valió seis nominaciones a los premios Oscar, entre las que destacaban la de mejor película y la de mejor actriz.
Dirty dancing
¿Quién no ha intentado alguna vez levantar por los aires a su pareja de baile como hacía Patrick Swayze con Jennifer Grey? La película marcó a toda una generación por sacar a la luz temas como la diferencia de clases en la sociedad estadounidense, la ruptura de las normas y el despertar de la libertad sexual, a través de una sensual historia con una banda sonora inolvidable. Mención especial merece la canción ganadora del Oscar, I´ve had the time of my life, de Bill Medley y Jennifer Warnes, que aún hoy suena en las pistas de baile.
Hellraiser
«¡No abras el cubo maldito!». Seguramente este fue el deseo de muchos espectadores ante el espectáculo de horror tras la llegada de los cenobitas, seres de otra dimensión liderados por el icónico Pinhead.
